Crisis y falta de logística sigue afectando la vida en los albergues

Personas de la tercera edad sufren desmayos y crisis nerviosas ante la falta de atención. Autoridades siguen mezclando a personas de diferentes lugares con pocos controles médicos.

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Por Óscar Iraheta

2020-03-15 5:00:38

La crisis que se vive en los albergues destinados por el gobierno tras la orden del presidente Nayib Bukele, para todas las personas que entran vía aérea y terrestre a El Salvador, se agudizó ayer en el tercer día de cuarentena, según lo denunciaron las mismas personas que se encuentran en el interior de los recintos.

Personas que viajaron de diferentes partes del mundo seguían mezclándose en los albergues establecidos y en los nuevos que habilitó el gobierno la noche del viernes.

La combinación de pasajeros provocó inconformidad en algunos lugares, sobre todo en Jiquilisco, Usulután, donde las personas colocaron una barricada de sillas y otros objetos para evitar que ingresaran más pacientes. Se informó que por la tarde llegarían dos autobuses con pasajeros desde Guatemala, sin embargo, la presión de la gente obligó a las autoridades a desviar a los pasajeros hacia otros albergues.

En ese lugar se prometió que solo habría 400 personas, sin embargo, hasta ayer a las 3:00 de la tarde, sobrepasaban los 421.

Las autoridades no clasificaron a los albergados ni por país, ni por procedencia ni por día de llegada. Solo se les tomó la temperatura al llegar y después a quien lo solicita. No se han tomado muestras de mucosas ni de saliva.

Las inadecuadas de condiciones siguió afectando a las personas de la tercera edad, niños y personas que sufrían enfermedades crónicas. En el albergue de Jiquilisco, por ejemplo, las adultos fueron trasladados a otro recinto ayer por la tarde, con la promesa de llevarlos a un hotel.

Otras personas que habían estado en otros lugares fueron trasladados al Polideportivo de Merliot, en Santa Tecla, un lugar con condiciones aceptables, según los afectados.

En todos los albergues se generaron momentos de tensión por la logística y la falta de atención.
Uno de ellos, fue en la Villa Olímpica Centroamericana, situada en el municipio de Ayutuxtepeque, un nuevo lugar que el gobierno habilitó para nuevos pasajeros que llegaron al país desde la media noche del viernes.

A las 10:00 de la mañana, una señora de 55 años aproximadamente que no fue identificada, sufrió un desmayo tras un ataque de ansiedad nerviosa, generada por las condiciones en que se encontraba en el albergue.

Una empleada del Ministerio de Salud corrió hacia la entrada principal para pedir el apoyo de una ambulancia tras la crisis de la señora; sin embargo, a los diez minutos, ante la falta de una ambulancia, llegó un pick up de la misma institución para supuestamente trasladar a la paciente.
Sin embargo, la señora fue acomodada en el asiento de atrás por los mismos pasajeros y un par de soldados que mantienen la seguridad del lugar.

En el vehículo permaneció por varios minutos mientras un médico la supervisaba y le daba aire con un folder. Una mujer, que también está albergada, realizaba desesperadamente llamadas al tiempo que acompañaba a la paciente.

Las autoridades no revelaron el estado de salud de la señora. Sin embargo, al lugar llegó un pariente de ella y afirmó que después de varias horas su estado de salud había mejorado un poco.
“Acá traigo su historial médico desde hace ocho años ella sufre de esa enfermedad. Pedimos que ella sea trasladada hacia otro albergue con mejores condiciones de salud. Mi pariente vino de República Dominicana vía Panamá y luego a El Salvador, pero no ha presentado ningún síntoma”, sostuvo el pariente de la pasajera.

Mientras la señora era atendida, otro señor de 65 años aproximadamente, sufrió otra crisis y fue trasladado a otra área en un colchón, ante la falta de camilla o ambulancia.

Otras personas que se encontraban en la Villa Olímpica, gritaban que las condiciones en que se encontraban eran insalubres. Denunciaron que había olor a veneno, falta de agua potable, habitaciones en mal estado entre otras carencias.

En la Villa Olímpica funcionan algunas federaciones deportivas como la de karate do, judo, boxeo, levantamiento de pesas, balonmano, tae kwondo. Un reportaje de El Diario de Hoy en 2019, reveló las precarias condiciones en que se encontraba en lugar.

Las personas que fueron trasladadas ayer publicaron las fotografías de los techos destruidos, puertas quebradas, cielos falsos dañados, entre otros daños.

Afuera de las instalaciones deportivas, se presentaron decenas de parientes de los albergados, quienes llevaron agua envasada, alcohol gel, papel higiénico, ropa y otros artículos que consideraron necesarios.

A las 10:00 de la mañana, llegó un autobús placas 11-388 con 24 pasajeros: 14 hombres y 9 mujeres. Provenían de Brasil y otras partes del mundo. Todos permanecieron en la unidad de transporte durante varios minutos mientras eran reubicados en la Villa Olímpica.

Luego ingresaron tres microbuses con diez personas de diferentes lugares. Algunos fueron trasladados desde las fronteras y otros del aeropuerto.

A las 10:30 de la mañana un grupo de observadores de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos llegó al lugar para verificar las condiciones de las personas que estarán en cuarentena, pero su ingreso fue denegado por los militares que tenían el control de la seguridad del lugar.

Traslados, horarios de comida retrasados y más albergados

En los albergues situados en el municipio de Jiquilisco y Zaragoza se reportó algunas carencias y falta de logística.

Los afectados denunciaron que la entrega de almuerzo se realizó a las 3:15 de la tarde. Una hora y media antes, hubo una entrega pequeña de alimentos de parte de la empresa privada.
Las personas con enfermedades crónicas fueron las más afectadas, Elizabeth, de 42 años, por ejemplo, necesita de una dieta especial, ya que comer otro tipo de alimentos le provoca dolores intensos de estómagos por la falta de vesícula.

En ese mismo albergue se prometió la entrega de una lavadora y secadora, ya que, aunque hay agua, alimento e insumos básicos de higiene, no hay manera para lavar ropa.

Al cierre de esta nota, en la mayoría de albergues seguían llegando pasajeros de diferentes lugares, algo que, según los albergados, podría generar un caos ante el hacinamiento y falta de recursos.