Aumentan los contagios por COVID-19 en Costa Rica y Panamá

Costa Rica vive el mes donde más contagios ha tenido desde marzo, mientras que Panamá contabiliza 1,250 muertes y 57,993 contagios.

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Por Óscar Iraheta

2020-07-26 4:30:45

Costa Rica y Panamá reportaron este sábado un incremento en los pacientes fallecidos y nuevos casos de contagio por COVID-19, según las agencias de noticias.

Costa Rica informó 931 casos nuevos y 11 muertes, ambas cifras récord en lo que va de la pandemia, e informó del avance en el aumento en la capacidad hospitalaria para atender la situación.
El ministro de Salud, Daniel Salas detalló que cerca del 50 % de los 931 casos confirmados este sábado corresponden a la provincia de San José, principalmente en la capital, y las comunidades de Desamparados y Alajuelita.

En total, Costa Rica acumula 14,600 casos de la COVID-19 desde que detectó el primero el pasado 6 de marzo, mientras que las muertes ascendieron a 98 con las 11 contabilizadas este día.
Las fallecidos registrados en las últimas 24 horas eran personas mayores de 72 años, con excepción de dos mujeres de 41 y 60 años.

La mayoría de los muertos durante la pandemia en Costa Rica tenían como factores de riesgo en común la edad y la hipertensión.

El presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social, Román Macaya, informó en videoconferencia de prensa que este sábado hay 293 hospitalizados por la COVID-19, de los cuales 51 se ubican en unidades de cuidados intensivos, la cifra más elevada durante la pandemia.
Costa Rica está atravesando el mes de más contagios, hospitalizaciones y muertes luego de casi cinco meses de haber llegado el virus al país.

Del saldo total de casos y muertes presentadas en territorio costarricense, 10,871 contagios y 82 fallecidos se han presentado sólo en lo que va del mes de julio.

Mientras que en Panamá, registró 1,176 nuevos casos positivos y 41 nuevas defunciones de la COVID-19, para un total de 57,993 contagios y 1,250 muertes tras 137 días de pandemia en el país, que tiene una letalidad local de 2.1 %.

Del total de muertes, 34 se dieron en las últimas 24 horas y 7 pertenecen a días anteriores cuyas verificaciones de laboratorio evidenciaron que padecían de la COVID-19, según señala el comunicado oficial del Ministerio de Salud (Minsa).

El reporte del Minsa señala que hay 32,704 (56.4 %) pacientes recuperados, mientras que los hospitalizados suman 1,398, de ellos 1,243 están en sala general y 155 en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

En aislamiento domiciliario con síntomas leves se encuentran 22,641 personas, de los cuales 21,967 permanecen en casa y 674 en hoteles hospitales designados por el Gobierno.
Hasta el momento, desde el primer caso detectado el 9 de marzo pasado, se han realizado 200,986 pruebas de detección de contagio por COVID, 70 % negativas y 30 % positivas, con 3,381 nuevos test efectuados en las últimas 24 horas, para una positividad de 35 %.

La constante de muertes según el rango de edad se sigue dando entre las personas con más de 60 años, que acumulan hasta ahora 893 del total de 1,250 fallecimientos por la enfermedad.
En cuanto al registro de casos, la provincia de Panamá, donde está la capital, y la aledaña de Panamá Oeste, registran la mayor cantidad de contagios con 33,966 y 10,150, respectivamente.

Un toque de queda nocturno rige en todo el país, mientras que en la capital y las provincias caribeñas de Bocas del Toro y Colón, y la de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica, estas tres también con un alta incidencia de contagios, hay un cuarentena total con la que se busca frenar la propagación del virus.

Las autoridades entregaron este viernes un kit con medicamentos y otros insumos para combatir la enfermedad en albergues y hoteles que sirven como hospitales como una nueva estrategia para evitar que el paciente agrave y reducir la carga viral.

Panamá, con unos 4.3 millones de habitantes, vive una creciente escalada de casos que ha provocado una saturación en hospitales públicos y privados, y llevado a la habilitación de espacios alternativos.

En marzo pasado, Panamá paralizó toda la actividad económica no esencial y organizó un proceso de apertura gradual.