“Hay bastante temor emocional porque nunca se había vivido algo así como esta pandemia; están las ganas de salir, la incertidumbre de lo que se viene, preguntarse si se va acabar pronto o si no se va a terminar, cuáles serán las soluciones y cuanta gente más morirá”. Estas son algunas inquietudes que aquejan a Santos Vásquez, un salvadoreño que enfrenta la pandemia en Virginia, Estados Unidos, el país más golpeado por el COVID-19.
Solo ayer fueron registrados en EE. UU. 1,509 fallecimientos ligados al coronavirus, casi la misma cifra que la víspera según el conteo de la Universidad Johns Hopkins. El total de muertes por el virus en esa nación ascendía ayer a 23,529.
De acuerdo con Santos, tanto a él como a muchos compatriotas les ha afectado la emergencia, ya que desde hace un mes que se les pidió el distanciamiento social, no ha podido cubrir las horas normales de trabajo, debido al temor a contagiarse en los lugares donde laboran.
El salvadoreño vive en Alexandria, una ciudad del estado de Virginia, donde se reporta 5,754 casos del virus; está a cinco horas de Nueva York, el epicentro de la pandemia con más de 10,000 muertes.
Vásquez es originario de Mejicanos; en 2017 decidió salir del país de manera ilegal, por razones seguridad y en busca de un mejor futuro.
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Vive con algunos amigos y nueve personas más en una casa que rentan. Santos labora para una empresa de construcción, encargándose del mantenimiento de piscinas, jardinerías, entre otras labores.
Además de verse afectado en el área emocional, le preocupa la parte económica. “He ido a trabajar solo un par de horas y aunque la compañía es catalogada como servicios esenciales y nos autorizan a trabajar durante esta etapa, los clientes no nos permiten entrar a sus casas por temor a que alguno de nosotros esté contagiado”, explicó.
Este compatriota cuenta lo difícil que es esta situación para las personas que como él no cuentan con la documentación legal, ya que no tendrán ayuda económica del gobierno, no hay trabajo y deben pagar renta, alimentación, etcétera.
“Si no tenés tus ahorritos para pasar estos días sí se complica todo”, dice Santos, sin dejar de pensar en sus seres queridos en el país.