Pérdida de empleos y falta de acceso a salud impacta a población inmigrante

Óscar Chacón, director de Alianza Américas, advierte sobre la vulnerabilidad que enfrenta la población inmigrante.

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La construcción es uno de los campos de trabajo más afectados por la emergencia de Covid-19 en Estados Unidos. FOTO EDH / Archivo

Por Xenia González Oliva

2020-04-02 4:26:10

La pérdida generalizada de empleos y las dificultades para acceder a los servicios de salud han colocado a la población inmigrante de los Estados Unidos en una situación altamente vulnerable.

El director de Alianza Américas, Óscar Chacón, dijo que la situación ha afectado a toda la población inmigrante, tanto a quienes son ciudadanos o residentes, los que tienen permisos temporales, así como los que están sin documentos.

“El problema general es el de freno radical que ha tenido el patrón de empleo ya que hay millones de puestos de trabajo que están siendo prácticamente cesados”, expuso. Entre los campos de trabajo más afectados están los relacionados a la comida, restaurantes y bares. También está el sector construcción. El trabajo en hoteles también ha disminuido considerablemente.

“Es un tema que afecta parejo a todo el mundo independientemente si tiene papeles o no”, dijo.

Chacón expresó que además del acceso al trabajo, a la población inmigrante la está afectando mucho el tema de la seguridad laboral. Un campo laboral que emplea a muchas personas es el del cuidado de ancianos o limpieza de casas.

“El empleo que desempeñan no da para que haya mejores condiciones de precaución, salvo las mismas que las personas están tomando. Si le toca cuidar a ancianos no hay manera de cumplir el distanciamiento físico”, dijo Chacón.

Señaló que estos son parte de los pocos campos donde más logran trabajar las personas inmigrantes sin papeles.

“Hay un segundo grado de preocupación y es cómo se va a sobrevivir económicamente ya en este contexto”, añadió Chacón.

No todos podrán aplicar a recibir el cheque de $1,200, que se ha propuesto como medida de alivio por el gobierno de los Estados Unidos. Además es un monto limitado para poder mantener a una familia, señaló Chacón.

Chacón consideró que el panorama de tensión y nervios se está volviendo peor que lo que se vivió con la situación de 2001 tras los ataques terroristas y la crisis financiera de 2008.

“Yo no tengo la menor duda de que vamos a empezar a ver muy pronto una disminución del envío de remesas, no porque no quieran enviarlo, sino porque la situación de aseguramiento económico se ha visto mucho más complicada”.

Para él es inevitable que haya una reducción en la capacidad de ayuda económica de la población inmigrante a sus familias. “El efecto bola de nieve que esto va a tener en El Salvador y en otros países dependientes del envío de remesa obviamente va a ser grave”, advirtió Chacón.