La pandemia ha obligado a muchas familias a comenzar a utilizar con mayor frecuencia las plataformas electrónicas para hacer compras de supermercado, medicamentos, alimentos y pagos de servicios básicos, entre otros.
Una encuesta elaborada recientemente por la División Worldpanel de Kantar, reveló que un 70 % de los centroamericanos mantendrá el hábito de comprar en línea.
Los consumidores costarricenses y panameños se inclinan más hacia lo digital, según el estudio llamado “un nuevo mundo, cambios y perspectivas para los canales de compra”.
Esa acción de comprar en línea ha provocado que una competencia más fuerte entre los canales digitales y las tiendas físicas.
Sin embargo, a la hora de comprar, el consumidor no se ha basado tanto en el precio, ni en promociones, sino más bien en la preocupación por la familia, explicó Alejandra Ortiz, manager de Expert Solutions en CAM de la División Worldpanel de Kantar.
El estudio reveló además que un 64 % de los encuestados aseguró que salió de casa solo para lo necesario (compras de alimentos, ir al banco entre otros), y que un 46 % dejó de asistir a lugares de mucha concurrencia.
Aunque el e-commerce tiene una baja penetración en Centroamérica, con apenas 1 % , solo en abril reportó un crecimiento del 299 %, en parte porque los compradores comenzaron a utilizar más los canales digitales, entre aplicaciones, páginas web y WhatsApp.
Aumento de las compras
La firma consultora destacó además que los consumidores de la región aumentaron un 13% su gasto económico durante la cuarentena, que en la mayoría de países duró de marzo a junio de este año.
Se observa un comportamiento de compra de abastecimiento en el que los hogares deciden ir menos veces al punto de venta, cayendo así en un 3% la frecuencia de compra, pero en cada visita adquieren más productos.
El nivel socioeconómico medio-alto fue el que más aumentó su gasto de productos de consumo masivo durante el aislamiento social, mientras el alto se inclinó por comprar tamaños grandes o más unidades. Los extremos de la pirámide disminuyeron las visitas a los establecimientos.
El aumento en valor de la canasta de consumo masivo durante el confinamiento fue impulsado por productos básicos como arroz, frijoles, papel higiénico, pastas, entre otras.
Entre los productos de cuidado personal que más crecieron están: jabón de tocador, papel higiénico y toallas femeninas, mientras que otras como las cremas corporales, fragancias, maquillaje, que no son esenciales, bajaron.
La mayoría de las familias compraron en el canal tradicional, es decir, el que se encontraba más cerca de su hogar (tiendas, mini súper y mercados).
El canal moderno, como las grandes cadenas de supermercados, también mantuvo alta demanda.
La consultora detalla además que los pagos con tarjeta aumentaron en un 61%, lo que fue impulsado por los niveles socioeconómicos más altos.
“Vemos un mayor crecimiento en las tarjetas de débito especialmente porque el hogar tiene un mayor control del desembolso, sabe con cuanto dispone y cuál puede ser su tope de gasto, contrario al uso de tarjetas de crédito”, afirmó.
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