El Salvador es un país especial, privilegiado, casi de su propio género o especie; capaz de sorprender a millonarios inversionistas como el magnate de las telecomunicaciones de México, Carlos Slim.
“Han sido menos de 24 horas y he podido conocer mucho más a su país. Me han impactado mucho sus condiciones, su gente, lo que se ha planteado y lo que se ha trabajado y el gran potencial que tiene el país para continuar su desarrollo con una mayor plenitud a través del aumento de las inversiones”, indicó el ejecutivo durante un evento en alianza con la Fundación Gloria de Kriete y el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (Insaforp).
El empresario, que visitó el país esta semana para lanzar un programa de capacitación en línea- Capacitateparaelempleo.org, fue invitado también al primer Foro de Ventajas Competitivas de las Naciones y no dudó en destacar que, por sus actuales condiciones, El Salvador tiene enormes oportunidades de atraer inversión y potenciar el crecimiento de su economía.
Caracterizarse por ser una nación dolarizada, que tiene tasas de interés muy bajas y una inflación de apenas 1 %; finanzas públicas sanas, una economía en equilibrio, receptora de más de $5,000 millones en remesas familiares y estar dedicada mayormente a la oferta de servicios, “en mi opinión presenta grandes oportunidades de transformación y de insertarse en esta nueva sociedad tecnológica de manera acelerada”, aseguró el reconocido empresario.
No obstante, a juicio del considerado el octavo hombre más rico del mundo, para lograr evolucionar de una sociedad agrícola a una industrial que use la tecnología para potenciar el desarrollo y despegue económico, es fundamental incentivar la inversión.