La formación de una cárcava subterránea en el sector del anfiteatro del Complejo Turístico de La Libertad generó ayer, a eso de las 11:00 a.m., mucha alarma y temor entre los comerciantes y turistas que se encontraban en el sitio, y quienes ya se sentían nerviosos por el anunció de una posible llegada de un tsunami a las costas.
Según versiones de algunos comerciantes, cuando los clientes se percataron de que las losas se movían cada vez que el agua golpeaba el muro de contención del malecón empezaron a pagar sus cuentas y se marcharon muy presurosos.
“Acabamos de verificar visualmente de que la marea ha golpeado el muro de contención y ha formado una cárcava subterránea que pasa debajo de la acera”, explicó Armando Ramírez, jefe del departamento de operaciones de la región central de ANDA.
Ramírez estaba en el lugar ayer por la tarde con la finalidad de verificar si el problema estaba relacionado con daños en alguna tubería, lo cual al final descartó.
“Lo que sospecho es que la fuerza de las olas se está metiendo debajo de eso (muro) y es lo que está ocasionando la cárcava que tiene que ser reparada. Si eso no se repara pronto en los próximos días o meses puede hacer colapsar la estructura superior”, detalló.
El Diario de Hoy buscó la versión del administrador del Complejo Turístico pero se informó que no estaba en el lugar. Sin embargo, trascendió que a modo de prevención la administración mandó a colocar cinta amarilla en un área de aproximadamente 150 metros y cerró el acceso en ese punto.
“Esto nos ha afectado bastante (este día) porque cuando pusieron las cintas amarillas la gente ya no quiso pasar porque pensaron que algo grave ocurría”, manifestó el vendedor William Ramírez.
El comerciante dijo que la situación podría ser resultado de fallas en la construcción, las cuales se están haciendo evidentes luego que han transcurrido más de diez años desde que se edificó.
“Sí, se le da un mantenimiento, pero se basa solo en pintura y en pequeños detalles de enmendadura de los bancos”, advirtió el vendedor al tiempo de señalar que los turistas se quejan de la falta de sombra.
Stanley Navarro, otro vendedor de la zona, subrayó que esta es la primera vez que ocurre algo como esto. “A la hora que subía el agua eran dos tajadas las que se levantaban. La gente lo miraba y no quería ni consumir, mejor se regresaban.
Navarro externó su esperanza de que las ventas mejoren en el transcurso de este martes.
