Fondos de usuarios de Chivo App podrían ser tomados y utilizados por el gobierno

Especialistas en economía y tecnología advierten de que no hay garantía de que el Gobierno no use parte de los fondos de los usuarios de Chivo App.

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En El Zonte, algunos negocios ya ocupan Bitcoin para sus productos y servicios. Foto: EDH / Archivo

Por Juan Carlos Mejía

2021-07-17 8:30:50

Desde el pasado 24 de junio, cuando el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, anunció en cadena nacional el desarrollo de una aplicación móvil que permitirá el ingreso total del Bitcoin como moneda de curso legal al país, poco o nada se ha sabido al respecto, razón por la cual expertos de distintos rubros consideran que ha habido poca transparencia entorno a Chivo, la app que funcionará como billetera (wallet) de criptomonedas.

El Diario de Hoy conversó con tres especialistas de áreas como la economía y la tecnología, y los tres consideran que, hasta el momento, los salvadoreños solo pueden especular sobre lo que significará la aplicación, pues como lo afirma la economista Iris Palma, “no hay información a profundidad ni se conoce la infraestructura de Chivo”.

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Ante esto, una de las principales dudas que surgen alrededor del proyecto tiene que ver específicamente con el tema de los fondos de los usuarios, pues la aplicación funcionará como una billetera virtual que será administrada por el Gobierno, a través de una entidad que aún no se ha definido, aunque según apunta el expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Carlos Acevedo, podría ser el Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal), pues es la institución que otorgará el respaldo de las transacciones con dólares a través de un fideicomiso de $150 millones, según dijo el mismo Bukele durante la cadena nacional, y los dólares de los usuarios servirían para mantener la liquidez de esos fondos.

Imagen de referencia sobre el Bitcoin. / Foto AFP PHOTO / JACK GUEZ

¿Pero por qué preocupa que una billetera virtual sea administrada por una institución pública?

En el mundo de las criptomonedas existen dos tipos de billeteras virtuales: las custodiadas y las no custodiadas.

El sitio de Bitcoin.com, desarrollador de una de las billeteras virtuales más utilizadas, describe a las primeras como una billetera similar al sistema bancario convencional, donde un intermediario administra los fondos de los usuarios y les permite hacer uso de ellos tras una autorización transaccional, a la vez que utiliza dichos fondos para invertir y generar intereses a los usuarios.

Por su parte, las no custodiadas, según el mismo sitio, son aquellas que son administradas solo y exclusivamente por el usuario, quien es el único con acceso a sus fondos por medio de una clave privada.

No obstante, el sitio reconoce estas que son más delicadas porque, en caso de perder ese acceso, el usuario no podría recuperar sus fondos de ninguna manera, debido a la encriptación del sistema de seguridad.

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A partir de la descripción durante la referida cadena nacional del 24 de junio, el especialista en informática y emprendedor tecnológico, Alexis Rojas, sostiene que se puede inferir que Chivo será una aplicación custodiada, que será desarrollada, controlada y administrada por el gobierno. Algo que, de entrada, va en contra de la filosofía descentralizada del propio Bitcoin.

Ante la duda que existe sobre los fondos de los usuarios de Chivo, Acevedo afirma que “nada garantiza que el Gobierno no tendrá acceso a esos fondos”, y agrega que se podrían tomar los dólares de los usuarios y ser utilizados en otros fines, por ejemplo, la inversión en proyectos públicos.

Un joven compra en una tienda que acepta Bitcoins, en El Zonte. / Foto Stanley ESTRADA / AFP

No obstante, el economista aclara que este mecanismo sería similar al que ya utilizan algunas empresas de telefonía que ofrecen servicios de pagos y envíos de dinero, y aunque considera altamente posible que el Gobierno tome, al menos, una parte del dinero de los usuarios de Chivo, también cree que se debería garantizar la liquidez para los usuarios que deseen su dinero en físico.

Lo anterior, según Acevedo, porque la Ley Bitcoin (aprobada el pasado 8 de junio) es demasiado escueta y no explica esos aspectos técnicos, por lo que considera que el Gobierno debería presentar pronto –incluso antes de que entre en vigencia la ley en septiembre próximo- un reglamento que establezca la forma en que funcionará la billetera virtual Chivo.

Similar opinión tiene la economista Iris Palma, quien afirma que “el hecho de que sea legalmente aceptado (el Bitcoin) y el desconocimiento de las tecnologías que se implementarán no nos permite saber cómo se va a desarrollar”, por lo que señala algunos de los posibles riesgos que implicaría utilizar la aplicación.

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Como se ha conocido en semanas anteriores, la app Chivo será desarrollada con apoyo de los desarrolladores de la aplicación Strike, misma que funciona para hacer envíos de dinero y ofrece “un respaldo” para que las personas puedan cambiar sus Bitcoins por dólares, aunque esos dólares son sintéticos, según señala Rojas.

Al tener el respaldo de Strike, que se basa en dólares virtuales (llamados Theter), Palma acepta que existe la posibilidad de que haya escasez de dólares físicos (mismos que los usuarios depositarán en los cajeros a la hora de adquirir Bitcoins), a la vez que afirma que hay un riesgo de que se busque “desdolarizar”, sobre todo, porque no hay claridad sobre qué sucederá con los dólares físicos que los usuarios entreguen en los cajeros.

Un cajero de bitcoin fue instalado a mediados de junio en uno de los principales centros comerciales de San Salvador. / Foto EDH Archivo

“Quiero confiar en que el reglamento aclarará esas dudas”, expresa la economista.

Con respecto a esos dólares, Acevedo considera que “por lógica lo más seguro es que vayan a parar al fideicomiso”, mismo que podría aumentar de valor ($150 millones) en la medida en que los salvadoreños realicen más transacciones con Bitcoin y, sobre todo, adquieran criptomonedas a cambio de dólares.

La inclusión financiera no es un buen argumento

Uno de los principales argumentos con los que el Gobierno central y los diputados oficialistas han defendido la aprobación de la ley, que entrará en vigencia en septiembre, es que esta vendrá a solventar el problema de falta de acceso al sistema financiero que hay en el país, porque el uso de la wallet, en teoría, será algo más fácil y no será necesario pasar por los trámites que se realicen en el sistema bancario convencional.

Sin embargo, Iris Palma considera que “si el plan era crear un sistema financiero más inclusivo, hay alternativas menos drásticas y menos costosas a nivel cultural, tecnológico y adquisitivo”, esto debido a que otras plataformas como PayPal son más accesibles y mucho más transparentes que el Bitcoin, a la vez que no representan un riesgo relacionado con la fluctuación del valor de la criptomoneda y tampoco sería necesario realizar inversiones millonarias para su funcionamiento.

Por ello, Alexis Rojas considera que “el tema de la inclusión financiera está en duda”, ya que “en el país ya existen productos bancarios que ofrecen esa facilidad” a los usuarios para acceder al sistema bancario, mismos que no cobran las altas comisiones que, por ejemplo, cobraría un cajero de Bitcoin si quisiéramos pasar dólares a criptomoneda o viceversa.

El aspecto que más preocupa a la población en general es el tema de las comisiones por cada transacción con Bitcoins.
Foto: AFP

“Tratar de usar Bitcoin partiendo de la compra con dólares físicos representaría, de entrada, una pérdida”, concluye el especialista.

En resumen, a la luz de las perspectivas tecnológicas y, sobre todo, económicas, los expertos entrevistados no ven en realidad un beneficio real para los salvadoreños al haber legalizado la criptodivisa, pues las presuntas ventajas, como el acceso al sistema financiero, o la reducción en el envío de remesas, podrían conseguirse con otras alternativas menos disruptivas como la ya mencionada Paypal, que incluso no contienen el elemento de la volatilidad en el cambio respecto al dólar que sí tiene el Bitcoin. Hay más dudas que certezas.