Banqueros ven viable un acuerdo financiero entre el Gobierno y el FMI

Para Abansa esto mejoraría la calificación de riesgo soberano y atraería más inversión y creación de empleo. Un acuerdo Stand By con el organismo multilateral trae consigo obligaciones financieras y fiscales que el país deberá adoptar.

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Foto de referencia Archivo EDH

Por Magdalena Reyes

2021-03-02 10:00:55

El sector bancario salvadoreño se mostró ayer de acuerdo con que el Gobierno alcance un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pues asegura que esto podría garantizar estabilidad fiscal al gobierno y ayudaría a alcanzar un mayor crecimiento económico.

“Un acuerdo con el Fondo enviaría una señal muy positiva a los inversionistas y contribuiría a mejorar la calificación de riesgo soberano del país”, destacó el presidente de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), Raúl Cardenal.

Según el representante del sistema bancario, tienen entendido que en los últimos meses se han dado reuniones del Gobierno con el FMI para alcanzar un acuerdo financiero, lo que les hace pensar que este se concretaría pronto.

En efecto, el pasado 27 de enero el Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, confirmó a un grupo de inversionistas en una reunión virtual privada que se han mantenido reuniones activas con el gobierno salvadoreño para contratar un programa después de las elecciones.

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Sin embargo Cardenal expuso que las recomendaciones de este organismo van por la vía de hacer un ajuste fiscal de entre 3% y 5 % del PIB con un plazo de cinco años, aunque está consciente que todo depende de la negociación que se logre con él.

Tener un acuerdo con el FMI es asumir una serie de compromisos fiscales, muchos de los cuales no son populares entre la población, comenzando por su principal requerimiento: subir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y siguiendo con la aplicación de un impuesto predial y la implementación de medidas de contención del gasto, entre ellos la reducción de empleos públicos.

Cardenal destacó que el FMI aprobó esta semana un acuerdo financiero con Costa Rica por $1,700 millones a 36 meses plazo, en el que se contempla una reducción del déficit fiscal en el mediano plazo.

Por ello el representante bancario afirmó que también es urgente que el país logre una sostenibilidad fiscal para que el déficit que El Salvador tiene y que superó el 10 % del PIB en 2020 se disminuya y se garantice el servicio a la deuda.

El pago del servicio de la deuda es, además, de mucha importancia para el sector pues son los bancos los que han financiado gran parte de la deuda estatal con la compra de Letras del Tesoro (Letes).

Actualmente el nivel de deuda de corto plazo del Gobierno en Letras del Tesoro ya alcanzó los $1,409 millones y son financiados por el sector bancario.

Cardenal dijo al respecto que por ahora el sistema bancario seguirá apoyando con financiamiento al gobierno mientras se mantengan los montos bajo el límite establecido por la ley.

“Los montos de los Letes aumentaron en medio de la pandemia y se han mantenido estables en ese monto de $1,400 millones y se considera que los bancos continuarán apoyando en la renovación de esos Letes, en ese sentido no hay cambio en la disponibilidad de los bancos de apoyar el financiamiento de corto plazo”, dijo Cardenal.

Periodo de gracia para ciudadanos

Por otra parte Abansa informó que el sistema bancario se mantiene sólido, con crecimientos en los depósitos y préstamos.
La directora ejecutiva de Abansa, Luz María de Portillo, destacó que a pesar de pandemia el sector bancario mantuvo solidez y solvencia, con una amplia liquidez del 39.5% y la cobertura de reservas sobre la cartera vencida del 205.1%.

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Cardenal afirmó, además, que el periodo de gracia que emitió el Gobierno para congelar el pago de préstamos por parte de los deudores termina el próximo 13 de marzo y hasta la fecha los bancos le han dado oportunidad a los clientes para refinanciar sus créditos.

Sin embargo con la reactivación económica el monto que se congeló bajó de $500 millones en medio del confinamiento de $250 millones en la actualidad, lo que significa que los ciudadanos han realizado refinanciamientos y reestructurado sus crédito en diferentes productos para pagar sus deudas, explicó Cardenal.

“Hemos visto que la cantidad de personas o empresas que se han acogido a estos beneficios han ido disminuyendo en la medida que la economía se recupera”, destacó.

Al finalizar el periodo de gracia los bancos realizarán una calificación de riesgo crediticio de los clientes, de acuerdo a su comportamiento de pago y se crearán las provisiones necesarias para reservar los créditos que tengan impago.

Abansa presentó ayer su informe financiero al cierre de 2020, en el que detalló una leve recuperación de la economía en medio de la pandemia pues la banca privada registró un crecimiento de 11.5 % de los depósitos.

Para el empresario esto se ha dado por los estímulos económicos que ese están dando en la economía estadounidense, principal destino de las exportaciones salvadoreñas y desde donde se recibe mayor número de remesas.

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