Una banda integrada por 23 imputados que se dedicaban a hurtar vehículos por encargo a escala nacional, deberá enfrentar un juicio para rendir cuentas sobre 37 casos. Varios de los vehículos hurtados (robo sin violencia) fueron encargados por compradores radicados en Honduras.
Esta presunta agrupación criminal perpetró los robos entre 2016 y 2018 y los vehículos los sacaron del país con placas y documentación falsa.
El juez Especializado de Instrucción “C” de San Salvador, luego de analizar las pruebas que Fiscalía le presentó ayer en la audiencia preliminar, resolvió enviar a juicio a los 11 imputados presentes.
Según el ministerio público esta estructura se había “especializado” en hurtar vehículos en horas de la madrugada, aprovechándose de que las víctimas los dejaban parqueados frente a sus casas.
“Las personas dejaban estacionados sus vehículos frente a sus viviendas o en la calle, los delincuentes llegaban, abrían los vehículos con llaves falsas, los arrancaban y se los llevaban”, afirmó una de las fiscales del caso.
Cuando los propietarios despertaban y los iban a utilizar, encontraban que sus carros no estaban el sitio donde los habían dejado.
A parte de este grupo de capturados, hay otros seis que están en condición de prófugos, para quienes dijo la fiscal del caso, hay orden de captura vigente.
Otros seis imputados guardan detención en diversos penales pero no pudieron ser trasladados al juzgado, y tendrán que ser juzgados en otra ocasión, aclaró la fiscal del caso.
En el proceso judicial que las autoridades han seguido, la Fiscalía ha demostrado con pruebas, que cada uno de los integrantes de esta red delictiva tenía un rol específico que desarrollaba para el robo de vehículos. Estaban los receptadores (compran y venden cosas robadas) que no participaban a la hora de sustraer los automotores pero los compraban a bajos dinero.
Otros si localizaban los autos y perpetraban el ilícito y otros los llevaban al lugar donde serían escondidos o desmantelados para venderlos en sus piezas, o para luego sacarlos y entregarlos a sus clientes en Honduras.
Para no ser detectados, esta banda no hurtaba muchos vehículos en una sola fecha o lugar, sino en distintos días y meses, así como en diferentes departamentos.