Aumentar votantes por urna complicará el conteo de votos

La Asamblea acordó aumentar de 600 a 700 electores por JRV y también reducir de 5 a 3 miembros por cada mesa electoral. Expertos en la materia afirman que el TSE deberá aplicar tecnología en mesa para que el escrutinio no se dificulte el día electoral.

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Foto EDH/ Archivo

Por Eugenia Velásquez

2019-10-24 6:00:49

Aumentar de 600 a 700 electores por Junta Receptora de Votos (JRV) para las elecciones de alcaldes y diputados podría tener complicación si la Asamblea termina aprobando en el pleno la reducción de 5 a 3 los miembros de cada mesa electoral y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), no implementa tecnología para el conteo de votos en las JRV.

“También habría que analizar y entiendo que el TSE también lo ha hecho, y es el impacto que podría tener eso si a la hora del escrutinio (en mesa) se requieran manos para hacer el proceso. Si se introduce tecnología para el escrutinio pueda que las tres personas para hacer el escrutinio funcionen. Si se rebaja a tres para atender al electorado y para desarrollar la elección no habría problema con los tres, para el escrutinio si se tiene tecnología puede que funcione”, reflexionó Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana.

Aumentar la cantidad de votantes por mesa electoral fue un acuerdo de los diputados de la Comisión de Reformas Electorales del martes pasado, mientras que reducir de cinco a tres los integrantes de cada JRV es una reforma que también fue acordada por la misma comisión a inicios de septiembre, pero no han sido sometidas al pleno para su aprobación final. Ambas requieren de 43 votos de los diputados.

Sin embargo, el magistrado del Tribunal Electoral, Noel Orellana, explicó que no afecta el conteo de los votos el subir de 600 a 700 la cantidad de electores por JRV, ya “que no llega a votar el 100% de los votantes”, afirmó Orellana.

“Es más, nosotros lo pedimos, nos da más ahorro, ahorita hay un aproximado de 10,050 mesas electorales, eso nos puede significar que se reducen a unas 9,500, eso sería un ahorro para el TSE. Ya no financiará unas 700 urnas que se eliminarían”, explicó Orellana.

Incluso, dijo que habían otras iniciativas de que se subiera a 800 el número de electores por JRV pero con lo acordado por la Asamblea este martes, Orellana dice que es un “buen mensaje que se está enviando y fue una de las reformas que nosotros presentamos y los diputados coincidieron en eso”.

Para Escobar todo podría funcionar siempre y cuando el TSE pueda aplicar un sistema tecnológico que le permita facilitar a los miembros de mesa el escrutinio de los votos, especialmente porque para las papeletas de diputados se deben contar los votos por rostro y asignarle una fracción del voto si el ciudadano elige marcar el rostro de varios candidatos de distintos partidos, lo que se conoce como voto “cruzado”.

Escobar no ve problema en que hayan menos personas en una JRV en términos de atención al electorado, pero sí en el conteo de votos. Admitió que el promedio de votantes por JRV es del 50%, lo que implica que si son 10 horas de votación los miembros de las JRV tendrían que atender a unos 35 ciudadanos por hora, considerando que de los 700 electores vote un máximo de 350 por cada mesa electoral.

Expertos en materia electoral como Malcolm Cartagena soslayan que es urgente definir cómo se van a contar los votos en 2021, para que el proceso no sea lento y se compliquen las cosas como ocurrió en las elecciones de 2015, tomando en cuenta que en los próximos comicios coincidirán tres elecciones: de diputados de la Asamblea Legislativa, del Parlamento Centroamericano (Parlacen) y de alcaldes.

“El principal problema a enfrentar en 2021 es que convergen tres tipos de elección. Lo más urgente es definir cómo se van a contar estas tres. Eso es lo más urgente que debe atender (el TSE) cómo se van a contar los votos en 2021”, opinó Cartagena en agosto pasado.

En este punto, Cartagena afirma que la tecnología en mesa facilitaría el conteo, pero deben superar primero la desconfianza que produce en los políticos y asumir los altos costos del uso de tecnología.

También hay propuestas presentadas en la Asamblea por la organización Plataforma Electoral Ciudadana, entre las que se incluye el uso de tecnología para el conteo de los votos en mesa.

“No proponemos un tipo de tecnología específica, queremos que sean los grupos parlamentarios que identifiquen algunos sistemas de escaneo, el lector óptico de marcas en su momento que utilizan algunos sistemas. Por eso hay otra reforma que sugiere que se le diga al TSE el tipo de marca que se usaría para designar al candidato que es de la preferencia de los votantes”, explicó días atrás Luis Mario Rodríguez, director del departamento de Estudios Políticos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

Sin embargo, implementar este mecanismo requiere de más fondos para el proceso electoral y de hecho es una de las reformas que los diputados aún analizan en la Comisión de Reformas Electorales de la Asamblea Legislativa.

El TSE tiene un cierto avance en el uso de tecnología en mesa pues ya lo aplicó a nivel de prueba en las elecciones del 4 de marzo de 2018 y en las presidenciales de 2019.

Se trata del Sistema de Información Electoral (SIE), diseñado por Corea del Sur y la Asociación Mundial de Organismos Electorales (A-WEB). Con dichos mecanismos el TSE procesó y divulgó resultados preliminares de las elecciones presidenciales.

También usaron escáneres (RTS 1000) para transmitir actas desde los centros de votación hacia un Centro Nacional de Procesamiento de Resultados (CNPRE).

Son 1,800 escáneres que el TSE recibió mediante un convenio de cooperación con A-WEB y Corea del Sur, para transmitir actas y un Sistema de Información Electoral para procesar y divulgar resultados preliminares, pero a cambio dio una contrapartida de $200,000.

Ambos sistemas siguen en la etapa de ajustes y la idea, según lo ha dado a conocer en reiteradas ocasiones el magistrado del TSE, Julio Olivo, es que el Tribunal Electoral ya no tenga que contratar a una empresa para el conteo de los votos.