El artista Kevin Baltazar llevó hasta Río de Janeiro su proyecto de exploración urbana. En él, el creador desea provocar otras libertades, dinámicas y narrativas.
El concepto de arte siempre ha estado en constante debate y sus límites son dilatados. El artista salvadoreño Kevin Baltazar lo ha desafiado a través de su visión de exploración urbana.
No son esculturas, ni arte-objeto, mucho menos pinturas; sus obras están relacionadas a la intervención de estructuras abandonadas. Y bajo esa línea de trabajo fue seleccionado para realizar un proyecto de movilidad artística gracias a la convocatoria del Fondo Municipal para la Cultura y las Artes de San Salvador (Fomcass).
A partir de ello, Kevin Baltazar viajó hasta Río de Janeiro, Brasil, para realizar un “ejercicio de ocupación” en el Hotel Turístico Gávea, un inmueble ubicado en el lujoso barrio de Gávea, pero del que ahora solo queda un “esqueleto”.
El artista documentó por medio de fotografías el abandono de la estructura, los grafitis de visitantes esporádicos y la vida natural que ha irrumpiendo en la estructura, en fin una “ruina urbana”, como lo califica Kevin Baltazar.