Arianna Tanca Macchiavello: “En Ecuador vivimos diez días de caos generalizado”

Este medio consultó a una politóloga ecuatoriana qué está sucediendo en su país y cómo entender lo que Lenín Moreno llamó un intento de golpe en su contra. Según ella, grupos criminales aterrorizaron al país y políticos aprovechados, como el expresidente Rafael Correa, quisieron lucrarse del caos.

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Cuerpos de seguridad y manifestantes se enfrentaron durante diez días en las principales ciudades de Ecuador. De momento reina una tensa calma "como en la guerra fría", nos dijo Arrianna Tanca. Foto EDH/ AFP

Por Ricardo Avelar

2019-10-19 8:20:05

Al preguntarle qué está sucediendo en su país, Arianna Tanca Macchiavello es contundente: “en Ecuador vivimos diez días de caos generalizado”, dice. Esto a raíz de las intensas protestas en el país sudamericano, después de que el presidente, Lenín Moreno, anunciara un recorte de los subsidios a los combustibles el pasado 2 de octubre.

Tras ese anuncio, miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades del país, pero principalmente se concentraron en Quito, la capital, donde exigieron con medios violentos la derogación del Decreto 883, el cual contenía esta alza en los precios.

A juicio de esta joven politóloga contactada por El Diario de Hoy, durante este periodo de protestas, su país fue secuestrado por bandas que, sin mayor vacilación, califica como una minoría que realizó prácticas terroristas en Ecuador.

Para ilustrar esta dura opinión, Tanca da cuenta de diversas ocasiones en las que cuerpos de seguridad ecuatorianos fueron atacados o extorsionados por quienes protestaban, muchas veces de formas violentas.

La ministra de Gobierno de ese país, María Paula Romo, confirmó la álgida situación y admitió al periódico El Comercio que nunca previeron tal nivel de violencia. Asimismo defendió que el presidente Moreno optara por mover el gobierno de Quito a Guayaquil, la segunda ciudad del país, para resguardar el orden democrático ante lo que consideran un intento de golpe de estado.

En vista de la tensión el presidente tuvo que dar marcha atrás al polémico decreto y el 14 de octubre anunció su derogación. Asimismo, convocó a la instalación de una mesa técnica junto a representantes de las organizaciones indígenas que marcharon durante diez días a fin de encontrar una solución al conflicto.

Esto, a juicio de Tanca, ha generado una paz temporal. Sin embargo, admite que en el ambiente se respira tensión. “Es la misma paz que se sentía en la Guerra Fría”, explica.

“(Las organizaciones frente a las protestas) secuestraron al país por 11 días y ante la presión (el gobierno de Moreno) cedió porque la situación era inaguantable. De qué paz hablamos si fuimos secuestrados; cedimos ante unos terroristas, porque así se comportaron y qué ganamos, calma hasta qué punto”, cuestiona.

Además, añade que el costo que su país absorbió por esta crisis es altísimo y no se limita o circunscribe al periodo de las marchas. Más allá de los millones de dólares perdidos por la paralización de la economía, empresarios y emprendedores están enfrentando una difícil situación para pagar salarios o cumplir con sus obligaciones sociales previsionales con sus empleados, explica.

Detrás de las marchas
A juicio de Arianna Tanca, hay una trampa al calificar a quienes estuvieron detrás de las violentas marchas como simples organizaciones indígenas. Esto, explica, se debe a que en su país hay una especie de condescendencia y se presume una deuda histórica con estas poblaciones. Por ello considera que es mejor hablar de grupos que aterrorizaron a un país por diez días, independientemente de quienes sean.

Los artífices de las protestas quemaron en el edificio de la Contraloría (equivalente a la Corte de Cuentas salvadoreña) y las instalaciones de medios de comunicación como Teleamazonas, este último con gente dentro. “Lo que ha vivido el país no es diferente a lo que vivió España con ETA o Colombia con las FARC. Es terrorismo”, lamenta.

Además, resalta que el camino a la paz resultará más complicado pues esta no puede existir sin acceso a la justicia o con indulgencia hacia quienes califica de criminales. “Hay algunos líderes indígenas que aparecen en vídeos cometiendo delitos y siguen libres y negociando con el gobierno qué es lo que se tiene que hacer en el país”, critica.

Perfil de la experta

Nombre: Arianna Tanca Macchiavello
EDUCACIÓN: Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Casa Grande de Ecuador.
TRAYECTORIA: Es coautora del libro “La noche larga no liberal” junto a Aparicio Caicedo. Ha trabajado en organizaciones como Ecuador Libre, Cato Institute y ha sido consultora en inteligencia estratégica e innovación. Ha publicado opiniones políticas en diversos medios dentro y fuera de su país.

Apretada situación económica
En los medios internacionales trascendió la violencia, las protestas y eventualmente el retroceso del presidente Moreno en relación al Decreto 883. Sin embargo, poco se sabe fuera del Ecuador lo que está sucediendo con su economía y qué es lo que motivó a un presidente a tomar una decisión que es en apariencia altamente impopular.

Según el análisis de la politóloga consultada por este medio, no es una decisión que un presidente quiera tomar, pero sí una que tarde o temprano iba a tener que enfrentar. Esto, pues el país enfrenta un altísimo nivel de endeudamiento y déficit fiscal, y durante los últimos años se ha pretendido atender el problema con parches temporales como aumentos de impuestos.

Esta estrategia no solo no ha sido efectiva, sino que ha castigado a los ecuatorianos que tienen ahora menos recursos, además de ahuyentar la inversión extranjera pues constantemente “se cambian las reglas del juego”, lamenta Tanca.

Esta visión es compartida por el director del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera, quien afirmó en una radio local que el único instrumento que el gobierno tenía para atender el déficit fiscal era eliminar el subsidio a los combustibles.

Este economista considera que no haber eliminado los subsidios cuando se tuvo la oportunidad va a traer grandes costos a un país que está en una apretada situación fiscal.

“El próximo año el país va a necesitar $10,000 millones (para cubrir el déficit) y eso no es viable para el Ecuador”, puntualizó Carrera.

Una de las principales consignas de los movimientos indígenas era exigir que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no se involucre en la economía del país y dicte normas a su gobierno para salir de la crisis. Sin embargo, Arianna Tanca explica que haber bloqueado la eliminación de los subsidios a los combustibles solo hará que la presencia del FMI sea inminente y más importante en un futuro.

“Cómo le podemos decir (al Fondo) que se vaya a su casa si la única manera de depender del financiamiento externo es sincerando la economía. Este movimiento se opuso a dejar de endeudarnos y que sigamos este círculo vicioso”, lamenta la joven analista, quien prevé que “el FMI va a estar más cerca que nunca si no resolvemos nuestro déficit fiscal”.

Desconfía del diálogo
“Ronald Reagan decía que la mejor manera de no hacer nada es convocar a una mesa de diálogo” ironiza la politóloga al consultársele qué opina sobre la convocatoria del presidente Moreno a un diálogo con las organizaciones detrás de las protestas para salir de la crisis política y económica.

A su juicio, la mayoría de ecuatorianos estaba de acuerdo con eliminar los subsidios porque están en contra de la alternativa, el alza de impuestos. Además prevé que la mesa técnica aterrice precisamente en esa solución y que al igual que en la última década, esto no tenga ningún resultado sostenible para el déficit fiscal en su país.

“El efecto contable será positivo, habrá mayor recaudación y llenas un hueco fiscal pero habrá efectos que no se ven. Se van a reunir un una mesa a buscar la pelota cuadrada cuando lo que hay que hacer es eliminar los subsidios”, sentencia.

La vuelta del “Mashi”
Más allá de los argumentos económicos detrás de la crisis, el presidente Moreno denunció un intento de desestabilización y golpe de estado y acusó a su antecesor, Rafael Correa, de estar detrás de los hechos violentos y la presunta iniciativa de derrocarlo.

Correa, quien se autodenominaba “Mashi” o compañero en quechua, no ha dejado de ser un factor en la política ecuatoriana, lamenta Tanca. “Sigue siendo una sombra en la política ecuatoriana”, dice y señala que sobre sí hay múltiples acusaciones de supuesta corrupción.

Por eso, dice, no debe sorprender que en una protesta con trasfondo económico, se haya atacado a la Contraloría que nada tenía que ver con los precios de los combustibles pero sí con los exámenes a las anteriores gestiones de gobierno.

Sin embargo, llama a no ser reduccionistas y atribuir todo a él. “Si bien estuvo infiltrado, no es la causa de las movilizaciones. Creo que más se aprovechó del momento y metió gente para hacer desmanes”, explica y recuerda que en su gobierno, Correa despreciaba a los movimientos indígenas, les amenazó y no les dio ni un centavo de los ingresos petroleros.

Desde Bélgica, donde reside desde que dejó la presidencia, el expresidente ha pedido adelantar las elecciones y no esperar hasta 2021 para salir de Moreno. La politóloga consultada por este medio confiesa que el presidente actual “no es santo de mi devoción, pero valoro las instituciones y si lo vamos a botar de su cargo, que sea en las urnas”.

Por eso descarta el mensaje de Correa, a quien acusa de generar 10 años de retóricas divisivas y revanchistas y de promover un retroceso económico y democrático en su país.

“El problema que tenemos es de fondo. Moreno es solo una forma, una persona. Si lo sacan y llega alguien más, igual habrá que discutir el tema”, dice, y reitera que la solución será amarga pero clara: eliminar los costosos subsidios al combustible.