Mario Muñoz tiene 23 años, es emprendedor y maneja el negocio de alitas Wings by D’Marito, que se entregan a domicilio por medio de las plataformas Uber Eats y Hugo.
Su negocio empezó en febrero de este año. Un día decidió preparar alitas bañadas en salsa, sus amigos las probaron y le sugirieron venderlas a otras personas.
“No estaba conforme con las alitas que vendían aquí. Son unas de mis comidas favoritas y entonces decidí hacerlas”, comentó.
Dice que la decisión de vender alitas fue porque es una de sus comidas favoritas y que prefiere cocinar alimentos que le gustan.
Al principio las vendía desde su casa, tenía dinero ahorrado de la navidad pasada y lo invirtió en una pequeña freidora para preparar las alitas. Personalmente se encargaba de freír las piezas, marinarlas en la salsa, preparar los complementos de los combos y de distribuirlas.
Al principio, dijo Muñoz, su idea era venderlas en su casa y que personas cercanas pudieran llegar y recogerlas ahí pero luego, se le presentó la oportunidad de ofrecer sus alitas por medio de las aplicaciones que entregan a domicilio. La gente empezó a solicitarlas y en abril de este año abrió su cocina en la Colonia La Sultana.
Con la ampliación de sus instalaciones de trabajo, también se ampliaron sus oportunidades de ganar y también las de otras cinco personas a las que pudo contratar.
La forma de vender ha cambiado con la llegada del Internet. En las herramientas digitales los emprendedores pueden encontrar una forma de expandirse. Mario sostiene que con su incursión en las aplicaciones de servicio a domicilio, logró pasar de vender cinco o seis órdenes al día a vender 30, 40 o incluso 100 durante los fines de semana. Él dice que el negocio del delivery “les ha pegado”.
Sin embargo, la creatividad es otro aspecto clave para el éxito de los comercios. Wings by D’Marito ofrece diferentes tipos de salsas, que se adaptan a los gustos de los clientes y a pedidos especiales de empresas o celebraciones familiares.