Un anoche histórica para Alianza se puede vivir hoy en San Pedro Sula, en el torneo de Liga Concacaf. El equipo albo busca eliminar al Motagua hondureño, que en la edición anterior fue finalista al dejar afuera al Tauro de Panamá.
En el juego de ida disputado el jueves pasado en el estadio Cuscatlán, empataron 1-1, marcador que da una pequeña ventaja a las águilas azules, puesto que con otro empate sin goles accederán a su segunda final consecutiva.
Los paquidermos pueden arruinar la fiesta a los hondureños y como mínimo tienen que conseguir una igualdad, pero que sea de 2-2 en adelante, porque al tener más goles de visita le beneficia. Un triunfo es para certificar el boleto a la final, instancia a la que Alianza no accede desde hace 22 años, cuando el torneo de la región era Grandes de Centroamérica, el cual le ganaron al Saprissa de Costa Rica.
Estar cuesta arriba no lo había vivido Alianza en Liga Concacaf hasta la fecha, ya que siempre abrió en casa y sacó buena renta.
Hoy, el panorama es complicado por el volumen de juego del equipo de Diego Vásquez, además de no poder contar con Marvin Monterroza, el creativo del medio campo salvadoreño, debido a que una lesión en el duelo de ida lo margina.
Sin embargo, los albos recuperan a Álex Larín, que viene de pagar un partido de castigo por la expulsión que sufrió en la vuelta de cuartos de final contra el San Carlos tico y hoy podría volver a la titularidad, pensando en que es uno de los jugadores de más experiencia en este torneo. Además, Herlbert Soto es otra opción para jugar en el medio campo y alimentar a Raúl Peñaranda.
“Tenemos la obligación de salir a buscar el partido si queremos seguir avanzando y llegar a la final. Vamos a tratar el partido de una forma inteligente, a nuestro modo de ver. Estamos tranquilos porque sabemos que marcando un gol tenemos la posibilidad de avanzar”, dijo el técnico Wilson Gutiérrez ayer tras el reconocimiento al estadio Olímpico Metropolitano.
Este juego se realizará a puertas cerradas en el Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, ya que el Tiburcio Carías Andino, sede oficial de las águilas azules, está sancionado por desórdenes de los hinchas.