Al Águila se le cumple su “final adelantada” en Liga Concacaf ante Saprissa, esta noche en el estadio Cuscatlán, pero no por ello escapará al drama de tener que darle vuelta a un 2-0 en el partido de ida y que solo puede superar con una goleada o una épica victoria en penaltis.
El reto de hoy está acorde a la historia de los aguiluchos. De los tres equipos salvadoreños en esta justa, son el que menos rodaje internacional tienen y, por tanto, quienes más necesitan demostrar su porte en la región.
Por su parte, el Saprissa que aparece hoy en el Cuscatlán viene de dos empates en las últimas dos fechas. A pesar de eso, va sublíder y, según su técnico Walter Centeno, enfrentarán al Águila como si fuera “el mejor equipo del mundo”.
“Independientemente del empate (1-1 con Limón), nosotros queremos pasar a la segunda ronda de este torneo. Somos conscientes de que todavía no está liquidado, así que traemos casi equipo completo. Tenemos jugadores con suficiente madurez para soportar el entorno”, comentó ayer el estratega tico previo al reconocimiento de cancha.
El Águila tiene la tarea de marcar un gol en los primeros minutos del partido y cuanto antes, mejor. Llegar al descanso sin haber entrado de regreso a la eliminatoria limitaría demasiado sus opciones de alcanzar la remontada.
De entrada, el técnico Carlos Romero no contará con Santos Ortiz, lesionado en la ida y motor de la media junto a Diego Coca. “Águila va a ser totalmente porque el entorno es diferente al que vivimos en San José. Águila tampoco va a ser fácil”, dijo ayer el DT migueleño.