El Aeropuerto Internacional de El Salvador superará sus expectativas de atención de pasajeros para este año puesto que para inicios de diciembre más de 3.4 millones de personas ya habían transitado por la terminal aérea.
De acuerdo con el presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Anliker, parte de la razón que explica estas alentadoras cifras deviene a los trabajos de remodelación y mayor eficiencia desarrollados en el aeropuerto.
Y es que las instalaciones del famoso “aeropuerto de Comalapa”-por estar ubicado en el valle del mismo nombre, en el municipio de San Luis Talpa-, lucen diferentes para cualquiera que no haya visitado la terminal aérea en los últimos cinco años.
De hecho, las autoridades mostraron ayer las últimas remodelaciones efectuadas en áreas de mostradores, gradas eléctricas, bandas de equipaje y puestos de migración.
En detalle, el área de registro de los viajeros, la de “check in”, pasó de 31 a 44 posiciones dobles de atención, de manera que se redujo el tiempo que los pasajeros tardan en obtener su pase de embarque.
Además de sustituir el sistema de gradas eléctricas, por unas más modernas, puesto que no se cambiaban desde la década de los 80 cuando se inauguró la terminal, CEPA también informó que instaló un sistema más eficiente de consumo de energía que cumple con estándares de seguridad.
El área de bandas de equipaje también fue ampliada y los equipos remozados. El nuevo sistema para las maletas tiene capacidad de movilizar 576 y no solo 283.
Los puestos de atención migratoria pasaron de ser 6 a 25 y de acuerdo con las autoridades “van a quedar permanente, no solo en temporada alta”. “Queremos ser rápidos y diligentes con los pasajeros y turistas”, aseguró Anliker.
Asimismo, otro de los proyectos presentados ayer fue la instalación de 6 desfibriladores para la atención de emergencias cardíacas. Estos equipos están distribuidos por todas las instalaciones del aeropuerto como el área de registro de pasajeros, salida de aduanas y el área internacional para garantizar la atención inmediata.
Anliker dijo que la autónoma tiene planeado ejecutar otros proyectos para mejorar y mantener las condiciones de la terminal aérea en Compalapa. Entre ellos, dijo, cambiar todo el sistema sanitario y los equipos de baños y darle un tratamiento a las cañerías para evitar malos olores. Además, la instalación de equipos de radioayudas y nuevos procedimientos de aproximaciones y de salidas de aeronaves.
De hecho, indicó que actualmente la CEPA ya invirtió más de $30,000 en un equipo redundante para el sistema eléctrico para que con él se reduzcan sustancialmente las posibilidades de que el aeropuerto vuelva a pasar por un apagón como el de octubre de este año.
Simultáneamente a las remodelaciones, el aeropuerto tiene varios proyectos en proceso. Aunque el titular de la autónoma no detalló su avance, la ampliación de la terminal de pasajeros, que en su primera etapa requiere $38 millones e incluye una ampliación de 23,000 metros cuadrados de los cuales la mayoría servirá para un nuevo edificio y cinco puertas y puentes de embarque adicionales, inició en abril de 2018.
En septiembre pasado, la CEPA lanzó el primer proyecto a ejecutarse bajo el modelo de Asocio Público Privado (APP) precisamente para la ampliación de la terminal de carga en el aeropuerto y la construcción y equipamiento de una nueva.
“El aeropuerto está dando grandes pasos con en el primer APP (asocio público privado) para tener una terminal aérea de carga de primer mundo. Continúan los planes de expansión pero cuidando los intereses de nuestra gente”, insistió el funcionario.
Ya desde finales de 2016, la principal terminal aérea de El Salvador había cambiado su aspecto con la instalación de más de 2,600 metros cuadrados de película de control solar polarizado en las ventanas y la fachada del edificio; el área de check-in tenía cuatro metros más; y se había cambiado el piso a uno de alto tráfico en el área de registro de pasajeros, el lobby público del primer nivel, migración, aduanas de llegada y salida y salas de espera. En ese momento, la terminal también recibió pintura general y las columnas en las áreas públicas, salas de espera, lobby de chequeo de pasajeros fueron forradas de aluminio compuesto (AMC).
Construido en 1976 e inaugurado a inicios de 1980, el aeropuerto internacional fue considerado un referente de modernidad en la región. Aunque fue criticado por estar alejado de la ciudad, la terminal aérea era cuatro veces más grande y la pista tenía un kilómetro más de largo que el entonces popular Aeropuerto de Ilopango.
Cepa recibe certificación de operador de aeródromo
La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) recibió ayer la Certificación de Operador de Aeródromo (Coar) para el Aeropuerto Internacional de El Salvador. El documento, extendido por la Autoridad de Aviación Civil (AAC), es una garantía de que el aeropuerto tiene instalaciones aeronáuticas adecuadas y seguras que permiten que cualquier aeronave aterrice sin limitaciones.