La defensa del subcomisionado de la Policía, Julio César Flores Castro, aseguró ayer que el exjefe del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) ordenó a sus subalternos que no dejaran escapar a Juan Josué Castillo Arévalo, de indicativo “Samurai”, después de que éste supuestamente asesinara a la agente de la Policía, Carla Ayala.
“Él sí dió la orden de realizar un operativo, delegó las funciones al personal bajo su cargo, estuvo permanentemente pendiente de que se verificara el cumplimiento de este operativo para la captura, pero el procedimiento no fue efectivo”, dijo David Ramírez, defensor de Flores Castro, ante de iniciarse la audiencia preliminar en contra del oficial, otros 10 policías y dos civiles.
El fiscal del caso, Arturo Cruz, aseguró que Flores Castro “no hizo ninguna actividad operativa para lograr la captura del agente Samurai, lo único que hizo fue pedirle a un subalterno que se encargara de la captura, no se mantuvo pendiente de los dispositivos”.
Samurái, quien es el principal sospechoso de asesinar a la agente Ayala, no está siendo procesado en la audiencia por ser reo ausente, ya que tiene casi dos años de ser prófugo de la justicia.
En la audiencia, el abogado, Ulises Villatoro, pidió que no se admitiera como querellante (acusador particular) al abogado Arnau Baulenas por “la falta de legitimación del querellante con el objeto del proceso, ya que no se ha probado de conformidad con la ley el interés legítimo con el caso”.
Sin embargo, la jueza avaló que Baulenas siga como acusador particular en representación de la familia de la agente Ayala.
Este día, los fiscales pedirán que les sean admitidas las pruebas ofertadas en contra de los 13 imputados. Además solicitarán que los acusados sean llevados a juicio.