Las familias de los seleccionados playeros son las que, ahora en día, están más que nunca siendo las número uno en fidelidad a sus hijos. Y si se habla de los grupos que corresponden a Frank Velásquez, Heber Ramos y Erick Nájera, estas son las más devotas a sus tres “guerreros”.
Y es que así como han vivido los dos partidos de la Playera en el Mundial de Rusia los familiares de los jugadores en el oriente, en las islas y en el centro del país, el occidente no fue la excepción. Y la Barra de Santiago vibró el domingo con el trabajo de sus tres orgullos.
En la casa del pívot Frank, según contó Indes, la familia se reunió en el patio, en donde don Juan Velásquez, padre del goleador de la playera, colocó el televisor y sillas alrededor para sus hijas y nietos. Hubo gritos y comentarios del juego, apoyando a su seleccionado favorito, hasta que llegó el golazo del 11, el cual gritaron a todo pulmón.
Sin embargo, los Velásquez sufrieron después, al ver que la Selecta no pudo imponerse a los cariocas. Don Juan dijo: “Gracias, hijo, por ese gol. Hiciste todo el esfuerzo por poder ganar, pero como no se pudo, tal vez en el otro será. Dios lo bendiga a él y a todos los seleccionados”.
Por su parte, en el recinto del cierre Heber, la familia Ramos, muy amplia con hermano, tíos, sobrinos, se reunió en la habitación de la abuela, María del Carmen Rivera, la aficionada número uno del "3" playero, ya que lo cuidó desde muy pequeño.
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Todos hicieron, previamente, una cábala familiar: enviar energía positiva a los seleccionados, en especial a Heber. Y María del Carmen sufrió en cada período, al igual que toda la familia, y tras la derrota declaró de su nieto: “Muy contenta de que él está donde está. Lastimosamente, no se pudo, no se ganó. Pero Heber, aquí estamos, con los brazos abiertos te recibiremos en casa”.
Finalmente, en el núcleo del portero Erick, la familia Nájera se congregó en la sala de su humilde hogar. Pero de todos, doña Jacoba Díaz, madre del guardameta, fue la más inquieta. Sin embargo, al igual que el resto de familias, al cierre del juego sufrió ante el panorama poco favorable para la Playera.
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“Ni modo, así es el juego. Quedo algo triste, porque perdieron los muchachos, nuestros guerreros, pero sabemos que ellos hicieron todo por poner en alto El Salvador”, se sinceró la madre de Nájera.
