La Selección Nacional de Fútbol Playa se aferra al sueño de la remontada más grande de sus casi 15 años de historia, una que revierta su amargo presente en el Mundial de Rusia 2021 y que le devuelva sus opciones de aún figurar entre las cuatro mejores del planeta.
Esta mañana, alentando desde más temprano que las 7:30 a.m. (hora nacional), todo El Salvador cruzará los dedos, apelará al santo de su devoción y rezará por un milagro que le permita a los “Guerreros de Playa” golear a Suiza, la líder su grupo (C), y apretar para que Bielorrusia le gane por penaltis o en tiempo extra, ni más, ni menos, ante la titánica Brasil.
Caprichoso el destino que quiso que El Salvador decidiera así su futuro en la competencia, pero valientes los doce jugadores salvadoreños que, sin dar aún por concluido este viaje, han dedicado las últimas horas de trabajo a corregir los errores que tan caro costaron en derrotas ante europeos (6-5, en penaltis) y verdeamarelos (4-2).
La encomiable labor de levantar los ánimos caídos del plantel ha sido el seleccionador Rudis Gallo, quién si no, con unas tiernas pero desafiantes palabras que los micrófonos y las cámaras de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) captaron ayer previo al entreno vespertino de los “cangrejitos”.
“Por ahí solo existe un uno por ciento, pero es una posibilidad. Y entonces, ¿por qué vamos a estar nosotros bajando las manos? ¡Para Dios no hay nada imposible!”, retó Gallo, ante el rondo de futbolistas y miembros de su staff técnico.
En otro video, circulado por redes sociales, el mensaje tocó el desempeño particular del grupo: “Siéntanse bien y orgullosos de ustedes, como yo me siento orgulloso y satisfecho con su trabajo”.
No obstante, el romanticismo y la ilusión que suele rodear la narrativa de la selección playera salvadoreña hoy contrastan duramente con la frialdad de los números y la estadística. La mitad de este plantel, que apenas juega su primer mundial, ha sufrido en su primer contacto la exigencia de la élite, mientras la otra mitad, los viejos lobos de mar, tratan de no palidecer físicamente, aferrados a su experiencia.
“Sabemos que más del 50 por ciento son jugadores que están debutando en esta Copa del Mundo, pero una competencia en la zona de Concacaf es diferente a estar en alto rendimiento acá, en la élite”, reconoció Gallo, en la previa con el canal de YouTube “Selecta TV”.
El Salvador, que siempre arrancó con derrota en los mundiales de fútbol playa, tiene registro de dos derrotas y dos victorias en el tercer partido de fases de grupo. Ya eliminada en Marsella 2008 y en Dubái 2009, cayó 3-6 ante Islas Salomón y 7-2 ante Japón, respectivamente.
En la histórica participación de Rávena 2011, logró su primer boleto a cuartos ganando 4-3 a Argentina, y en Tahití 2013 repitió con el vengativo 7-6 otra vez ante Islas Salomón. ¿Cómo no creer en la selección que, en sí misma, es un milagro para el fútbol salvadoreño?
El futuro
Más allá del resultado de esta mañana, el técnico Rudis Gallo hace un llamado a apoyar y potenciar el proceso que requiere la nueva camada de futbolistas playeros, a su regreso a El Salvador y de cara al día a día que vive esta modalidad.
El seleccionado califica como “generalmente bueno” el desempeño de los más jóvenes del equipo, aunque enumeró “la definición, la concentración, (y) elementos de rotación táctica” como la prioridad para reforzar en estos deportistas.
“Es el aprendizaje y lo que nosotros tenemos que ir entendiendo con esta nueva generación, que está trabajando de tomar impulso para tomar este alto rendimiento. La generación del cuarto lugar en 2011 ya pasó, ya es historia; ahora trataremos de formar este nuevo grupo para formar este nuevo grupo y alcanzar nuevas cosas dentro de las Copas del Mundo”, advirtió.
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