La Selección Sub-23 retomó los entrenos luego del parón de fin de año, donde se seguirá preparando para el Preolímpico de Concacaf en 2020. Foto Cortesía Fesfut
“Es un orgullo estar aquí entrenando en la Selección”, dijo el chico de ahora 21 años, quien reconoció que “no me lo esperaba, cuando me convocaron me sorprendí, pero gracias a Dios estoy aquí”.
Cuenta que “nací en EE.UU., pero de padres salvadoreños, son de Corinto (Morazán). Yo me formé allá, y mi mejor etapa fue en España, estuve en Sevilla, una de las ciudades más técnicas sobre fútbol”.
A los 20 regresó a Estados Unidos, a donde no encontró oportunidades para jugar, y, por eso, tras 8 años de no visitar el país, se vino a probar suerte, encontró la puerta en el Corinto y ahora en la Sub-23, a donde buscará convencer al DT para ser de los que disputen el preolímpico rumbo a Tokio, en Guadalajara, en marzo.
La Frase
"Es un orgullo estar aquí, cuando me convocaron me sorprendí, no me lo esperaba. Nací en Estados Unidos pero de padres salvadoreños"
Bryan Argueta, seleccionado Sub-23
Aunque Argueta no viajará (forma parte de un grupo de jugadores en esa situación) a los partidos amistosos contra la Sub-23 de Perú la otra semana, el DT Rodolfo Góchez dijo que se trata de futbolistas que “han ido mejorando mucho, hablé con ellos que no irán a Perú, pero la idea es probarlos en unos partidos amistosos que esperamos tener a final de mes y principio de febrero contra Costa Rica, que podrían ser acá ambos o uno allá”.
Se trata de Óscar Acevedo, Melvin Cartagena, Bryan Argueta y Ever Flores. “Les pedí que entrenaran con alegría, disciplina, orden, con mucho sacrificio. Es increíble lo que han venido mejorando y han respondido a nuestras expectativas y a lo que queremos en relación a la idea que queremos imponer”, externó Góchez.