LIMA. En un clima de una noche muy fría, pero con el corazón a tope, los Juegos Panamericanos de Lima quedaron inaugurados anoche, en el estadio Nacional de Perú. Entre cientos de atletas, los salvadoreños participaron del desfile, con alegría y orgullo de representar a El Salvador.
Se trató de un contingente azul de 55 nacionales, de ellos 23 atletas y el resto entrenadores, los que saludaron al público presente, sonrieron, y caminaron honrados de portar el azul y blanco en su ser. Con mucha garra, como la garra del jaguar que representaba parte de su atuendo en la gala. Felicidad total.
Y al frente, con la pabellón en alto, estaba Roberto Hernández, el abanderado. Satisfecho. En el momento que más esperaba, para esta justa. No tiró flechas, pero sí tiró su carisma y su esencia de santaneco, orgulloso de su país.
El abanderado, quien lució con un paso impecable tras dejarse escuchar el nombre de El Salvador, manifestó su sentir por esta oportunidad de estar en ese escenario de Lima, portando la bandera nacional: “Pues súper bien, muy alegre. (El jueves), no tenía ni sueño de lo emocionado que estaba”.
“Muy feliz. El grupo que estamos acá hemos estado muy unidos, y hace sentir la experiencia a otro nivel”, reiteró el tirador.