El Squash salvadoreño se reinventa en la cuarentena por el coronavirus

La pandemia no ha sido motivo para dejar de practicar. Los atletas realizan diversos entrenos en sus casas o entrenan como pueden, bajo la guía remota de sus técnicos

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Daniel Figueroa (izquierda) posa en el patio de su casa y Diego Nárvaez (derecha) en plena acción. Fotos cortesía

Por César Najarro | Twitter: @cjnajarro

2020-04-24 12:19:18

La pandemia del Covid-19 agarró a todos por sorpresa, pero la Federación Salvadoreña de Squash reaccionó rápidamente. Ya el 17 de marzo comenzó la reestructuración del plan de trabajo para continuar, de manera confinada, los trabajos. Así lo explicó el gerente Jonathan Juárez, quien explicó que, de manera remota y con el uso de la tecnología, se mantiene las clases con 10 jóvenes de alto rendimiento y 42 en total, a través de un sistema de trabajos por grupos que realizan los entrenadores Luis Quisquinay y Arquímides Gómez.

El requerimiento es que cuenten con 2 metros cuadrados de espacio para trabajar la parte física, sobre todo, aunque algunos también pueden darse el lujo de practicar la técnica, según las condiciones de vivienda de cada quien. Eso sí, “como federación, les hemos dado los implementos desde el primer día que están acá, es decir, raqueta y bola”, explicó Juárez. Para el joven Vladimir Iglesias, todo lo ocurrido “obviamente fue algo inesperado y poco oportuno. En julio teníamos los panamericanos juveniles de squash, vendrían aproximadamente una docena de países, entre ellos, Estados Unidos, México, Canadá, Guatemala, casi toda Sudamérica, y es el torneo más importante del año a nivel juvenil”. Para él, fue un golpe duro de asimilar.

Alejandro Porras practica en las afueras de su cochera. Foto cortesía

“Siendo sede, con las ganas de representar, y en la preclasificación soy la raqueta número uno, yo al menos sentía una responsabilidad de hacer una buena representación, y que esto nos haya interrumpido el ciclo en la parte donde se practica más, donde se asegura un buen desempeño, y ya hace un par de semanas hayan cancelado el evento, fue un poco duro”, contó. Sin embargo, se las ha ingeniado para poder seguir entrenando en medio de la incertidumbre sobre el futuro deportivo. “Para entrenar, tocó ingeniárselas. Yo tengo la posibilidad de salir a correr en mi colonia, no hay mucho problema, pero para el trabajo más específico que hacemos de squash, tres veces a la semana tenemos una videollamada con todo el equipo juvenil, y ahí hacemos una rutina que nos deja.

Al mismo tiempo, para los días que no tenemos llamada, nos deja un plan específico para poder practicar, mejorar en diferentes áreas, como coordinación, musculación, y nos ayudan mucho los planes que nos da Luis (el entrenador, de nacionalidad guatemalteca). “Intentamos practicar lo más que podamos. En mi casa yo he logrado hacer un espacio para simular una cancha, he vaciado una pared, la he convertido en cancha para no estar solo con trabajo físico sino mantener un poco la técnica. Le dedico entre una hora y media y dos, más los días de llamada, que eso lleva una hora, y los entrenos personalizados, una hora y media, y posteriormente, los que hemos logrado armar una cancha, tenemos otro plan personal sobre ejercicios que podemos hacer dentro de nuestra casa para guardar cuarentena y con la raqueta para mantenernos técnicamente”, explicó Iglesias.

Vladimir Iglesias muy creativo para entrenar en su vivienda. Foto cortesía

Para Javier Hurtado, otro de los atletas de alto rendimiento, “ha sido un cambio bastante grande pasar de tener entrenos en el gimnasio y en la cancha de squash a la casa, pero con disciplina y resiliencia, hemos podido seguir con los entrenos para regresar a las canchas lo más fuerte posible. Durante el día trabajo en mis asignaturas del colegio y al terminar descanso un rato antes de empezar el entreno”, cuenta. Para el deportista y estudiante, “es difícil el cambio, pero no imposible, y con determinación y sabiendo que regresaremos eventualmente a las canchas, he podido entrenar todos los días (las prácticas, al menos bajo el programa oficial de la federación, son de lunes a sábado). “La parte más difícil es la técnica porque no es lo mismo pelotear contra una pared a estar jugando un partido de verdad, pero la parte técnica va a ser el foco cuando regresemos a la cancha”, sostuvo.

El proceso

Para poder mantener a los chicos activos durante la cuarentena para un deporte tan particular, que requiere una pared frontal más otros espacios cerrados totalmente por vidrio, fue clave la reestructuración y amoldarse a las circunstancias y a las particularidades de cada atleta y su hogar. “El primer paso fue reestructurar todo cuando comenzó la cuarentena. Los chicos ahora cumplen un plan de trabajo con el profesor a través de una videollamada. Además, nos envían un informe de cumplimiento a donde anotan todo lo que han desarrollado durante el día, más lo que nosotros les impartimos”, explicó el gerente.

Sin embargo, es claro también en lo que esperan: “no estamos buscando seguir creciendo, sino mantener el nivel. Esto es por la crisis que estamos pasando y hay que tomar en cuenta la situación en la que están los atletas, no tienen el espacio idóneo para entrenar, entre otros aspectos”. “Desde que inició la crisis sanitaria, se planteó cómo poder hacer que los chicos no quedaran fuera de forma y estar listos para cualquier competencia al regresar o a futuro. Como entrenador de las selecciones nacionales, estuve pensando qué poder hacer para no perder la preparación física y técnica que ya teníamos. Entonces, realicé una planificación para 3 grupos. El de iniciación, que son los chicos que tenemos de escasos recursos, en un programa de búsqueda de talentos que desarrollamos con las escuelas públicas. Es un grupo de unos 25 niños. Hay un grupo intermedio de chicos de escuelas privadas y de algunas públicas que han llegado a entrenar y que están en un nivel medio.

Uno de los atletas se las ha ingeniado para entrenar en su vivienda. Foto cortesía

Y el alto rendimiento, que son las selecciones juveniles y mayores, tanto en masculino como en femenino. El plan es para seis días a la semana, y ocupa una hora y media a dos horas máxima de preparación física, y 45 minutos de preparación técnica”, contó Quisquinay, guatemalteco, pero quien vive en el país junto a su esposa. “Obviamente lo técnico es básico pues necesitamos una cancha. Hemos adaptado pedazos de nuestra casa, como paredes, algún cuarto, y le hemos puesto líneas como cancha de squash como para mantenernos de alguna forma en el timing (sincronización) de los golpes de squash”, añadió. Para poder efectuar un mejor entrenamiento, Luis entrevistó a los chicos para conocer los implementos de los que podían echar mano y los espacios con los que contaban. “Por ejemplo, si alguno contaba con pesas, o banda elíptica, yo hice una preparación para cada uno de los atletas para que pudieran realizar el trabajo siempre enfocado en elevar nuestra resistencia, coordinación, aspectos importantes del squash.

La idea es estar lo mejor físicamente posible para que cuando la crisis pase, enfocarnos en la parte técnica. Normalmente hacemos una hora físico y una hora técnico, pero ahora estamos haciendo más en lo físico. En lo técnico, estamos realizando pequeños ejercicios, golpeando la pelota”. Por ahora, los chicos continuarán con su planificación personal más las sesiones por grupo según estén en el de iniciación, intermedio o el de alto rendimiento. “No tenemos una fecha exacta para volver, estaba el Panamericano Junior acá y otro en Cochabamba y las dos fechas se movieron. Ahora no se tiene fecha establecida, hay fechas tentativas para noviembre y diciembre, pero es algo tentativo, todo va a ser según cómo avanza esta crisis en el mundo, y se darán nuevas fechas pero sí se tiene estipulado que se intentarán sacar los dos torneos este año.

Vamos a ver qué pasa, pero nos estamos preparando arduamente con la mente fija en los torneos, haciéndolo lo mejor posible en nuestras casas, y yo como entrenador haciendo lo posible con mis jugadores motivándolos día a día para que den lo mejor en los entrenos. Les digo que esto va a pasar, va a acabar y tenemos que estar listos para no empezar de cero, sino listos”, dijo Quisquinay.