Pedacitos de El Salvador viajarán en las maletas de asistentes del Campeonato de Surf

Turistas de toda América Latina llevarán en sus maletas recuerdos de El Salvador gracias a decenas de comerciantes y artesanos locales que venden sus piezas en la playa El Tunco.

Por Jonathan Tobías

2019-11-15 5:59:26

El Surf City Latín Pro 2019 no sólo ha dado la oportunidad a turistas y extranjeros de visitar una de las mejores playas de El Salvador, también ha permitido que comerciantes artesanos locales incrementen su producción y ventas, durante los cuatro días de competencia.

Los asistentes, turistas y atletas, llevan con sigo, de vuelta a sus países de origen, recuerdos, artesanías, comida, ropa y hasta tablas de surf: todo lo que ofrece el comercio local. Además llevan el recuerdo de la gastronomía cuscatleca, que ha sido un protagonista indiscutible de la jornada deportiva en las playas de La Libertad.

En ese escenario, en donde hombres y mujeres se disputan por ser los mejores en dominar las olas, trabajan, desde el miércoles, decenas de salvadoreños que aprovechan para ofrecer lo mejor de sus productos, fabricados con manos y materia prima salvadoreña.

Foto EDH/ Jorge Reyes

Ese es el caso de Ernesto, un joven de 18 años, quien sentado bajo la sombra de un árbol, a pocos metros de la orilla del mar, transforma pedazos de madera que encuentra en la playa y los convierte en pequeñas tablas de surf, llaveros, máscaras y otras artesanías.

Foto EDH/ Jorge Reyes

Ernesto relata que la idea de trabajar con estos materiales nació con su padre, quien desde hace años, por la difícil situación económica en que vivía, decidió dedicarse a la elaboración de pequeñas piezas de madera, aprovechando la visita constantemente de turistas a las playas cercanas, de ahí que los diseños sean, en su mayoría, motivos playeros.

“Los brasileños son los que más me compran, siempre que vienen les gusta lo que hago y no dudan en llevarse algo de vuelta a Brasil”, señala el joven. Ernesto indica que los latinoamericanos y europeos son los que más productos compran.

Foto EDH/ Jorge Reyes

Los precios de los productos que Ernesto vente van desde los tres dólares en adelante, dependiendo del diseño y la complejidad de su preparación. Durante el evento Surf City Latín Pro 2019, Ernesto ha notado un aumento significativo en sus ingresos a raíz de la compra de sus creativos productos. “Hay muchos extranjeros a los que les gustan las artesanías, porque ellos dicen que no las ven en otro país”, dice el joven artesano.

Salvadoreños y guatemaltecos son los mejores clientes

Juan Flores, de 43 años, quién también es residente de la playa El Tunco, en donde se desarrolla el Latín Pro 2019, camina por los alrededores de la costa, cargando en sus manos una gran variedad de lentes y gorras. Él aprovecha el ambiente caluroso para vender sus productos.

Para este comerciante, las ventas han estado calmadas, sin embargo; espera que en el cierre del Surf City Latín Pro 2019, este fin de semana, más turistas se acerquen al lugar y compren sus productos. Para este vendedor, sus mejores clientes siguen siendo los salvadoreños y guatemaltecos, quienes, durante esta temporada, suelen ser los que más compran productos relacionados a ropa y vestimenta.

Otros de los productos más cotizados por los turista, durante la jornada de surf del campeonato latinoamericano, son las minutas y helados artesanales. Nacionales y extranjeros buscan con insistencia este postre para calmar la sed y dejar un sabor único en el paladar de quienes visitan al país y se asombran por la variedad de sabores tropicales.

José Pérez, con su carretilla, ofrece a los turista toda la variedad de refrescantes sabores de minutas y helados. También espera que sus ventas incrementen durante el fin de semana en el cierre del torno de surf. “A comparación de los días tradicionales, la venta ha aumentado muchísimo”, comenta el comerciante con cierta satisfacción en su rostro.

Las minutas cuestan entre 0.75 centavos y un dólar. Según Pérez, los guatemaltecos son los que más le han comprado minutas, porque les recuerda mucho a un postre popular en tierras chapinas: las granizadas de sabores que se comercializan en ese país.