Dura confesión de Mike Tyson: “La muerte de mi madre fue una de las mejores cosas que me pasó"

El excampeón de los pesos pesados del boxeo mundial habló de sus traumas, y de lo que le llevó a desarrollar una personalidad que le permitió subir a lo más alto del pugilismo

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Mike Tyson vive su segunda juventud, en cada entrenamiento.

Por Internet / César Najarro

2022-02-23 10:22:55

Mike Tyson se hizo famoso en el cuadrilátero, a donde su explosividad y fuerza le llevaron a ser el mejor de los pesos pesados. Antes de ello, vivió una complicada infancia y juventud que le sirvió, como reconoció recientemente, para formar una personalidad que fue fundamental para alejarse de los problemas y trabajar hasta ser el mejor.

Nacido en los 70's en Brooklyn, Tyson se rodeaba de pandilleros de la zona, cometía delitos menores y hasta fue arrestado en un par de ocasiones con apenas 12 años.

En un podcast llamado HotBoxin, habló de la relación con su madre, y de muchas situaciones que le llevaron a formar una personalidad arrolladora en el cuadrilátero. "Era cariñosa, pero un poco agresiva. Nunca tuvo una vida  común, nunca trabajó mucho. Realmente no tenía miedo de golpearte, golpearte con cualquier cosa. Bebía mucho. Tenía muchos novios y esas cosas. A veces su novio venía y estaba borracho, le cortaba los bolsillos y robaba su dinero”, contó.

En una entrevista con Club ShayShay, confesó que la muerte de Lorna Smith, su madre, cuando Tyson tenían apenas 16 años, fue algo que le permitió superarse. “Sabes, una de las mejores cosas que me ha pasado es que mi madre muera. Porque recuerdo que ella me cuidaba como un bebé. Nunca hubiera entrado a las peleas callejeras y de ninguna manera hubiera aprendido a ponerme de pie por mí mismo”.

Tyson también habló de lo duro que fue su infancia y su relación con ella. "Nunca vi a mi madre feliz conmigo y orgullosa de mí por hacer algo. Ella solo me conocía como un niño salvaje que corría por las calles y volvía a casa con ropa nueva que ella sabía que no pagué. Nunca tuve la oportunidad de hablar con ella o saber de ella”.

“Me di cuenta que era más fuerte que el resto cuando los tipos más duros y los criminales del barrio querían estar conmigo. Me unían a sus pandillas. Siempre me decían ‘ve por él, sácale el reloj, o el bolso, esto o aquello’ y de eso se trataba”.

Contó que llegó a tener hasta tres o cuatro peleas por día en la calle. “Esto era a los 9, 10 y 11 años. Esto era natural. Yo estaba hecho para eso, para pelear”, comentó en una entrevista pasada.

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