Nassin Josué Rodríguez salió el 5 de marzo hacia Costa Rica para certificarse a nivel mundial como entrenador nivel dos de la Federación Salvadoreña de Taekwondo.
Cuatro atletas lo siguieron luego para competir en la clasificación para los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y en el ranking mundial WT. Todos buscaron en Costa Rica una oportunidad para representar a El Salvador, pero el precio ha sido alto.
Estando en Costa Rica se enteraron de la emergencia nacional que inició cuando el presidente Nayib Bukele impuso una cuarentena obligatoria de 30 días para quienes buscaran entrar a El Salvador procedentes de cualquier país.
Dos de los atletas que acompañaban a Josué decidieron regresar vía terrestre, pero se quedaron en Nicaragua donde todavía se encuentran. El tercer deportista gestionó irse para Estados Unidos. Mientras que Josué y la última deportista regresaron a El Salvador el 14 de marzo.
“Veníamos conscientes de que éramos un riesgo para la población y para nuestra familia por lo que cumplimos la cuarentena. Nos llevaron al Injuve el 14 de marzo por la noche y la deportista estuvo ahí un día, pero por ser menor de edad la llevaron para el Polideportivo de Merliot”, dice.
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Una prueba tardía que complicó su salida
Faltaban 9 días para que Josué cumpliera con su cuarentena cuando le hicieron la prueba del COVID-19; debido a que durante una semana no supo de los resultados Josué creyó que el 12 de abril saldría para su casa dado de alta. Sin embargo, los doctores encargados del centro de contención llevaron ese día un listado de personas que serían trasladadas al hospital Saldaña. Josué era uno de ellos.