Amado de Jesús Alvarado hizo historia sin aún ganar la categoría de Longboard en el Latin Pro 2019. Este viernes logró domar las olas con una maestría animal, y logró llevarse su heat dejándonos a todos con la boca abierta.
Previo a su hazaña, Cancha platicó con él para hacerse un panorama del fantástico momento que está viviendo, y por supuesto, sobre su estado de forma físico y anímico. Está a tope.
“Para mí ha sido una gran experiencia este Latin Pro, las olas han estado buenísimas; he logrado entrenar con extranjeros para esta competencia. Han venido buenos rivales para esta competencia, desde Uruguay, Perú, Venezuela… El longboard es clásico, caminar hasta la punta, poner los dos pies en sintonía, ir en un pie, hacer buenos cruces y la caminada súper excelente… eso les gusta a los jueces y espero poder tener la oportunidad de hacer todo eso”, manifestó.
Acerca de las condiciones sobre el agua, Amado contó que el oleaje no está tan bueno y que la marea ha bajado un poco con respecto al jueves, sin embargo, admite que siempre hay olas que surfear; una bondad característica de nuestro país. Reconoce que es una bendición que se tenga este clima y olas prácticamente todo el año.
Amado entrena cuatro y cinco veces al día, el éxito no llega por casualidad, siempre busca tras poder trabajar practicar para mejorar su surf. Uno de los principales retos acerca de encarar este Latin Pro fue el competir lesionado.
Tiene el líquido afuera de su rodilla, eso le pasó cuando dio un mal giro recientemente, sin embargo, declaró con valentía: “Para mí no hay nada, hay que competir, hay que darlo todo por mí país, surfear como se debe y poderle dar un título a mi hijo. Algo que para mí sería algo muy importante y que siempre recordaré por toda mi vida”.
La familia ha sido fundamental para apoyar a Amado, quien tiene un hijo, Léster Alvarado, de dos años a quien previo a su fantástica victoria dijo que le dedicaría la victoria. “Quiero que él cuando crezca vea los periódicos y diga que su papá ganó este o aquel evento. Mi familia y mis amigos me alientan mucho y eso es clave para mí. Gracias a ellos he podido poner de mi parte para ganar muchos títulos nacionales y a nivel centroamericano, logré también destacar en Sudamérica y se los dedico de manera especial a ellos”.
“Después de la competencia espero Indes o alguien más pueda darme transporte para ir a la ciudad y poder tener tratarme, porque después tengo competencia de remar distancia (SUP) acá en El Salvador. Yo arriesgaré mi rodilla y lo daré todo para ganar”, expresó.
“Dentro del agua no somos amigos, pero fuera somos amigos en todos lados. Viajo y me invitan a comer los colegas de surf. Agradezco a todos los patrocinadores que me han ayudado para poder hacer esto que tanto me encanta”, agregó.
Manifestó también que está contento por haber entrenado con Porfirio Miranda y con Bryan Pérez, conviviendo como equipo. Está orgulloso de cómo Bryan logró avanzar a la quinta ronda, y por supuesto, de sus colegas Porfirio y Erickson, quien se quedó a las puertas de los cuartos de final.
A Erickson le dedicó las siguientes palabras: “De eso se trata, que estos eventos sean vitrinas de quienes no conoce la gente. Erickson lo ha hecho muy bien, él es de delante de La Perla, una playa bien sola donde casi no llegan competidores para que se pueda foguear. Dio buena lucha. Conocí a “Nono”, quien eliminó a Erickson, y desde que vendo artesanías para poder sobrevivir le conozco y sé todos sus movimientos; es una gran experiencia para nosotros (sobre el venezolano Rafael Pereira)”.
Tras ganar su heat de Longboard, Amado manfiestó muy contento: “Esto es por mi hijo, por mi familia, por El Salvador. Gracias a Dios pude agarrar bien la ola, hacer bien la maniobra y ni me acordé de la lesión. Seguimos adelante”, contó.
“Agradecemos a todos quienes nos apoyan acá o desde su casa. Hace poco quebré mi tabla. Dios no quiso que usara esa que terminé y pude con una nueva arreglármelas acá. Ha sido muy bonito y quiero lograr ganar la final, no pienso en otra cosa”, cerró.