Lisania Ochoa, la campeona centroamericana de atletismo que corta café y vive sin electricidad
La increíble historia de una joven que ha salido de las montañas del departamento de Chalatenango para conseguir múltiples medallas haciéndole honor a El Salvador en el exterior
Las noches de Lisania Elizabeth Ochoa Rivera, de 15 años, son más oscuras y cortas que las de muchos jóvenes de su edad, pero sus días brillan más y son más largos, que los acorta a pura zancada desde que canta el primer gallo en su casa empotrada en la falda de una montaña, en el caserío Talquezalar, en el cantón El Túnel, en La Palma, Chalatenango.
Lisiana Elizabeth Ochoa Rivera, de 15 años, es campeona centroamericana en la categoría 2,000 metros planos juvenil. Sus duros entrenamientos son realizados en el cantón El Túnel, en La Palma, Chalatenango.
Lisania es una de las promesas del atletismo salvadoreño, a pesar de que tiene 22 meses de entrenar ese deporte, ya ganó muchos eventos nacionales, los que le valieron para representar al país en citas internacionales juveniles, de las que regresó con medallas colgadas al cuello, que curiosamente no muestra en una vitrina en su casa, simplemente las guarda en una bolsa plástica negra.
Segunda de cuatro hermanos de la familia Ochoa Rivera, Lisania llegó al atletismo en 2017, sin buscarlo. A su escuela llegó la promotora deportiva del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (Indes), Delbyn Solís Cartagena, quien promovía la incorporación de jóvenes a un proyecto de atletismo.
Ernesto Rodríguez Quintanilla es figura en Arkansas y ha sido destacado por la prensa. Mira sus mejores jugadas en el equipo al que llegó hace un año.
Lisania viajó hasta La Palma y se entusiasmó porque pensaba que era para jugar fútbol y podría ser portera, pero la historia era otra, les ofrecieron entrenar atletismo.
“Al principio no me gustaba porque me quedaba lejos y me dolían las piernas por el entreno”, recuerda Lisania. Sus entrenos no pasaban de dos a la semana y no lograba adaptarse. Fue el momento del empuje que le dio su entrenadora, quien a principios de la década pasada también fue atleta que fue descubierta en Chalatenango.
“Fue allí que Delbyn me dijo que tenía buena estatura y condición física, pero que tomara las cosas en serio”, dice Lisania. Consultó a sus padres, quienes no dudaron en apoyarla.