Estrellas del futuro: Kevin Landos

No pierde ocasión para hacer de sus oponentes sus amigos tras los combates. Viene de ganar oro en el Open del Pacífico.

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Kevin Landos pertenece a la escuela Leones. Foto EDH | Mario Reyes

Por Mario Reyes | Twitter: @MarioDR

2018-10-22 10:30:24

Kevin Landos se describe a sí mismo como una persona ansiosa. Quizás por eso ha tenido una importante necesidad de practicar deportes. Quizás por eso, a pesar de su complexión delgada y relativamente corta edad, este joven taekwondista se perfila como uno de los referentes nacionales de esta disciplina a nivel nacional en su categoría.

Realmente se debe necesitar de una cuota extra de energía para someterse al rendimiento que tiene Landos casi todos los días. Tras estudiar sus materias de sexto grado (donde termina sus últimos requerimientos para pasar de nivel), Kevin termina sus deberes por la tarde y en la noche entrena, desde las 7:00 p.m., y aún así le quedará chance en algún momento para trotar en la máquina caminadora de su casa.

“Me ayuda a ser mejor persona, a ser más disciplinado, me ayuda en mi carácter, a respetar a los demás”, cuenta el atleta.

Kevin prueba que este deporte lo ha cambiado. Antes tuvo su etapa como prospecto de futbolista y de basquetbolista, pero es el taekwondo el que lo ha llevado más lejos en cuanto a éxitos y competiciones de toda clase.

Todo comenzó cuando uno de sus compañeros de clase se embarcó en esta odisea de las artes marciales, a lo que Landos no se quiso quedar con los brazos cruzados.

“Un compañero entró a la Escuela Leones de Taekwondo y nos llegó contando después sobre su deporte. Yo quise probar. En las primeras clases me costaba acostumbrarme, pero luego me adapté y me gustó”, recuerda.

Con la institución felina, Landos dimensiona lo que implica ser un atleta con proyección. No solo por su propio desempeño, sino también por la misma exposición a la que lo lleva esta disciplina.

Su primera experiencia internacional fructificó en una medalla de bronce en el Open G1 de Costa Rica, de la cual se llevó su primera grata impresión. “Fue una experiencia bien bonita, pues era la primera vez que salí y gané bastante experiencias. Sobre todo porque allá entrenaban más duro que acá en El Salvador”.

Kevin, de blanco y rojo, en un combate. Foto EDH | Cortesía

Posteriormente, se codeó con los participantes del Open de Ecuador, en abril pasado, ganando medalla de plata. También hizo lo mismo en la pasada President’s Cup de Las Vegas, hace un par de semanas, aunque sin lograr preseas.

Amistad

Kevin Landos reconoce en el taekwondo la oportunidad de hacer amigos, de estrechar sus relaciones con otros competidores y verlos más allá de eso que aparentan ser en las áreas de combate.
“Cuando le gano a alguien pero no me gusta presumir. Me quedo a hablar con él, me hago amigo de ellos. Siempre terminamos hablando”, comenta Kevin.

Solidaridad, integridad, respeto mutuo y humildad son los valores que Landos remarca de su aprendizaje con este deporte. Tiene mucho camino por delante y muchos logros por disputar, pero nada le podría quitar la calidez humana que cultiva en sus colegas atletas.

Con la mente en la medicina

Para asegurar además un futuro profesional, Kevin Landos culmina sus últimos días como alumno de sexto grado en Escuela Cristiana Oasis. De su materia favorita, las ciencias naturales, el atleta saca sus aspiraciones a sacar un doctorado en medicina, aunque todavía no se decide por una especialidad para cursar.

Como deportista, Landos tiene en la mira llegar algún día a los Juegos Olímpicos y ganar la soñada primera medalla en este evento para El Salvador. Aunque también practicó fútbol y baloncesto, el taekwondo se ha mantenido como aquel en el que más ha destacado a nivel individual.