25 preguntas a Chelo Arévalo: “El día que juegue contra Federer creo que voy a llorar”
El tenista que es raqueta uno del país, es un referente de los últimos años de este deporte nacional. Ha jugado Grand Slams, y ha tenido de las mejores posiciones de la ATP y sueña con Juegos Olímpicos
Tenista salvadoreño desde su infancia. Nació en Sonsonate y, actualmente, se ha convertido en la raqueta número uno del país. Ha ganado Challengers y quedó campeón en su primer ATP 250 en Los Cabos, en 2018. Reside en Estados Unidos, juega la Copa Davis para El Salvador, y se volvió profesional e ingresó a la ATP en el año 2012. Desde ese momento, ha triunfado en singles y dobles, y en sus rankings (139 y 45, los mejores). Su última etapa de la vida: ya es padre, y lo está disfrutando.
1. ¿Cómo está tu etapa de papá?
Estoy muy contento. Es una etapa nueva que estoy viviendo. Obviamente, uno se imagina lo que se viene, pero cuando ya se empieza a vivir es diferente. Pero estamos súper contentos con mi esposa (Lucia Kovar??íková) de esta etapa. (…) Todavía nos desvelamos. Hay noches en que solo he podido dormir tres o cuatro horas, cuando estoy con el bebé. Solo cuando he estado afuera, algunas semanitas compitiendo, no; pero las que he estado con él, tres horas máximo (de dormir).
2. Muchos se preguntan dónde conociste a tu esposa. Contános de su relación
Lucía y yo, prácticamente, casi somos de la misma edad. Yo soy un año mayor (29) que ella. Jugamos el Circuito Junior juntos. Pero, en esa época, nos conocíamos nada más de vista, ni siquiera teníamos idea de que íbamos a terminar juntos, ni nada. Nos conocimos cuando me decidí salir de la universidad, y me fui a Miami, a entrenar, y empecé a jugar torneos profesionales. Ella trabaja con un club de tenis, con unas niñas, y ahí nos conocimos; porque, para mi sorpresa, yo también iba a entrenar a esas canchas. Ella estaba ahí y así fue como nos vimos, comenzamos a hablar, y a recordar esos torneos que nos vimos, y así fue como comenzamos a salir.
3. En general, ¿cómo ha sido el 2019?
Ha sido un año de muchas emociones nuevas para mí. Nos dimos cuenta de que íbamos a ser padres, prácticamente, a principios de año, cuando regresé del Australian Open (enero). Y las emociones cambiaron. Iniciamos con la idea de ser padres, hasta que el bebé naciera, no sabíamos lo que nos iba a esperar. Un año con bastantes cosas en la cabeza de mi parte. Gracias a Dios, el tenis ha ido de la mano también y, tal vez, no han salido los resultados que hubiese querido, pero estoy contento y motivado para la nueva temporada en 2020.
4. ¿Y qué fue lo mejor y lo peor?
En lo deportivo, lo mejor del año ha sido poder competir en los cuatro Grand Slam, que siempre uno como tenista quiere estar en los mejores escenarios y torneos. Creo que un momento importante, y que me quedó marcado este año, fue en Wimbledon, cuando tuve la oportunidad de competir contra los hermanos Bryan, en una cancha principal.
5. En los últimos cinco años, ¿cuál considerás que ha sido tu punto más alto, y por qué?
Lo puedo separar en dos. En singles, cuando gané mi primer Challenger. Fue una gran felicidad para mí, porque el primero fue el más importante ya que no me lo veía venir. El primero en sí fue el más especial. Fue en Bogotá, en 2017. Y, en dobles, cuando ganamos el Torneo de Los Cabos (2018). Otro torneo que también es de esos en que uno empieza a jugar, va pasando rondas y cuando sentís ya estás en la final. Pasó todo rápido. También el llegar a estar dentro de los mejores 50 del mundo y, realmente, no era que lo venía pensando en ese momento. Simplemente, pasó. Esas fueron las dos cosas que más han marcado mi carrera, en los últimos cinco años.
6. Desde que te volviste profesional (2012), ¿has sentido que tu vida ha venido en ascenso o que te has estancado?
He tenido ascensos y bajones. Pero sacando un balance general, he ido aumentando, poco a poco. Aún así, en este momento, tal vez el ranking en singles no lo refleje, de cuando estuve en el mejor; tal vez no esté jugando mi mejor tenis, en este momento, pero eso no es por mis condiciones técnicas. Ha sido un año con bastantes cosas en mi cabeza. Pero el próximo año, confío en que puedo recuperar mi nivel y seguir avanzando y subiendo en los rankings (singles y dobles).