Un equipo que combina corazón con talento y que pone todo al servicio colectivo antes que el individual está condenado al éxito. Eso es lo que pasó con la Selecta playera que, después de tres frustraciones seguidas en premundiales, arrasó en esta competencia en Costa Rica, con goleadas históricas y un fútbol tan vistoso como efectivo.
Está claro y este equipo de Rudis Gallo lo volvió a comprobar: cuando se le dan las armas necesarias para competir, cuando están las facilidades para poder jugar en igualdad de condiciones, los resultados son estos: al Mundial y campeones.
Frank Velásquez: “Ocho años sin Mundial, y ahora campeones de Concacaf”
En los tres premundiales anteriores, la Selecta se quedó en semifinales con cierres ajustados y hasta injustos. Pero la preparación no había sido la misma, hubo roces y renuncias en el medio. Y el emblemático caso de Frank Velásquez, quien se había quedado afuera por expreso pedido del Indes de Quezada y de la Fesfut de Rajo/Carrillo. ¿La razón? “Se quejaba mucho” de los constantes retrasos en los pagos de viáticos prometidos.
El tiempo le dio la razón a Frank, hoy un jugador mucho más maduro y con un poder de gol asombroso. Es calidad pura en la arena. Con la potencia arrolladora del “Caballo” Batres, el talento exquisito de Exon, el liderazgo de Eliodoro, la experiencia de Elmer y el Chino, las confirmaciones de Heber, Cruz, Urbina, Quintero, Nájera, el sostén -aún lesionado- del Tin, la guía de Rudis “Papá Gallo”, el espíritu de todos para este gran equipo que dio cátedra en Alajuela y es emblema del deporte nacional.
La foto de los campeones es solo de ellos, aunque ayer quisieron aparecer otros...
