Albos y tigres se miden por el título del Apertura este domingo en el Cusca. Aunque en realidad no solo está en juego un título, está en juego el honor y el prestigio de la rivalidad más marcada en la última época en este fútbol.
Esta podría ser una final para recordar, una final que es dispar pero que a la vez la voluntad y el sacrificio podrían igualar. Una final que pudiera si ser soñada, con goles y con emociones de inicio a fin.
Por un lado, Alianza es favorito por tener el plantel con más variantes y el equipo con más recursos, pero carga con la presión de llegar a su séptima final consecutiva y hasta hoy solo haber ganado dos títulos. El perder una quinta final y más aún con sus dos rivales más importantes en el mismo año, dejaría al proyecto albo con poca credibilidad ante su propio aficionado. Una hinchada blanca que ha demostrado con rechazo y poco apoyo su molestia por la final perdida ante Águila en el transcurso de todo este torneo Apertura 2019.
Pero por el contrario, una victoria del equipo de Gutiérrez, volvería a dar confianza a un proyecto deportivo que a mi parecer es el de más orden, continuidad y buen trabajo del fútbol salvadoreño. El título ante uno de sus rivales de siempre, volvería más dulce el campeonato para los albos y probablemente olvidarían los malos tragos de las últimas dos finales.