Lejos de los trending topic en redes o de las discusiones estériles y reiteradas de las libras de más o de menos en jugadores del fútbol nacional, un nuevo horizonte del deporte salvadoreño asoma y es alentador. Son un grupo de jóvenes y entrenadores que buscan su lugar en el deporte internacional. Y dieron un gran salto de calidad en los Juegos Panamericanos Junior que se terminaron anoche en Cali.
El Salvador terminó con 8 medallas, 3 de plata y 5 de bronce, para quedar en el puesto 20 del medallero general de 41 países. En el área quedó otra vez por debajo de Costa Rica (16) y Guatemala (18), pero arriba de Nicaragua (22), Panamá (27), Honduras (28) y Belice (sin medallas).
¡Hasta siempre, Cali! El Salvador cerró histórica participación en Juegos Panamericanos Junior
Uriel Canjura acaba de cumplir los 21 años y empezó a jugar al bádminton en el patio de tierra de su casa en Suchitoto. Hoy representa al club Oviedo en España. Se convirtió en la figura nacional de estos juegos con dos medallas de plata (dobles mixtos e individual) que certifican dos cosas: su constante progreso y su enorme futuro.
Otro nombre en letras mayúsculas de estos juegos fue el de Esteban Ibáñez. Ayer, el día de su cumpleaños 21, fue recibido con honores en el país por el mayor logro en muchos años del atletismo de El Salvador: medalla de plata en decatlón, una modalidad que consiste en combinar los resultados de 10 disciplinas atléticas (carreras, lanzamientos y saltos). Por eso al ganador de esta especialidad se lo define como al atleta más completo.
Paola Corado fue la primera en dar medallas al país al confirmar su puntería. Con solo 18 años es la heredera natural de un deporte que le dio grandes alegrías a El Salvador: el tiro con arco compuesto. Su entrenador Roberto Hernández forma parte de esa casta de ganadores internacionales en este deporte.
Ivonne Nóchez ya cuenta con dos medallas panamericanas a los 17 años Sus dos platas fueron la certificación de su extraordinario nivel a tan corta edad en una disciplina tan exigente como el patinaje de velocidad.
La karateca Andrea Ruiz se sumó a los medallistas anoche, y ganó un bronce que los especialistas confirman que podría haber sido de otro metal si los jueces hubieran actuado con imparcialidad. Le alcanzó para el podio en kumite (+68 kg) y la posibilidad de medirse de igual a igual con las mejores.
Seguimiento, desarrollo y apoyo, no hay donde perderse. Con estos campeones de Cali, el futuro del deporte salvadoreño puede cambiar y el viento podría empezar a soplar a favor.