Este jueves, los albos realizaron el penúltimo entreno previo a la vuelta semifinal contra Firpo, a quien derrotaron en la ida 1-2. Este sábado, en el Cuscatlán, tendrán la posibilidad de asegurar su novena final consecutiva, hasta con un empate.
“El equipo tiene que estar bien precavido desde un inicio, sabemos de que Firpo no se va a venir a esconder sabiendo que el resultado lo tienen en contra. Ojalá esa propuesta nos permita abrir los espacios y poder atacarlo y hacerle un gol tempraneramente y así estar más tranquilo con el resultado”, comentó el técnico de los paquidermos.
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Para este encuentro, los albos no dejarán ingresar a afición visitante, por lo que el Tigana considera clave que el estadio esté “pintado de color blanco”.
“Es muy importante jugar solo con nuestra afición, que es el jugador doce de nuestro equipo. El apoyo de nuestra afición es grande, siempre lo ha sido y eso va a ser muy importante, porque el ambiente que se vivió en Usulután estaba la gente a uno o dos metros en la espalda, te tira de todo, es un mal ambiente. En el Cuscatlán, las medidas están, se mantendrá una distancia y aunque la gente de Firpo no esté, pero nuestra gente estará y ojalá nos responda como lo ha hecho siempre, de que se vea blanco todo el estadio para meter presión al rival”, señaló el entrenador de los albos.
Milton Meléndez reconoció que a pesar de la victoria en el primer partido, el equipo tiene “mucho que mejorar. Decimos que no todos los partidos son iguales. En este fuimos de visita, un partido en el cual Firpo no aprovechó la localía. Tenemos que corregir lo de nosotros, por la seriedad que se le dio al juego en Usulután, el equipo no fue el mismo de cuando jugamos en el Cuscatlán, sabiendo que nuestro equipo se iba a tirar con todo, haciéndonos cometer errores que se trabajan. Si mantenemos el cero a nuestro arco será importante, para después tratar de aprovechar alguna para definir”, apuntó.
Algo que también aceptó el entrenador es que el equipo ha estado trabajando tranquilo, motivado y emocionado: “Cuando se gana se tiene una semana más tranquila de trabajo que cuando se pierde y eso es así, los errores se corrigen de mejor manera, no con aquella amargura del mal sabor de la derrota”, dijo.