Dramática confesión de un exjugador del Manchester United: "Me golpeaba la cabeza contra la pared"

Roy Carroll, exjugador de los Red Devils, contó sobre su depresión, problemas de alcoholismo y de salud mental

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Roy Carroll, exportero del Manchester United. Foto EDH/EFE/Archivo.

Por César Najarro / Internet

2021-03-26 5:01:22

Campeón de la Premier League y de la FA Cup, jugador del Manchester United entre 2001 y 2004... con esas credenciales, cualquiera podría pensar que Roy Carroll tenía la vida resuelta. Militó en uno de los equipos más competitivos del fútbol mundial como portero, pero una lesión le cambió la vida.

Muchas veces, los jugadores logran superar gravísimas dolencias deportivas y continuar con su carrera, pero los casos de depresión debido a no conseguirlo son más comunes de lo pensado. Simplemente, casi nadie habla de ello, y los jugadores pasan al olvido.

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Eso fue un poco lo que le pasó a Carroll. Tras defender la meta del United, estuvo también en el West Ham, pero ahí sufrió una dolorosa lesión de espalda en 2006, que le mantuvo mucho tiempo fuera de los campos de juego, lo que le derivó en una depresión, además de problemas económicos.

En Daily Mail, contó un poco de su historia, que incluye también alcoholismo y problemas mentales. "Nunca había tenido una lesión prolongada antes y poco a poco me iba metiendo en un agujero más profundo. No estaba preparado mentalmente para ello", contó.

La forma para escapar del dolor, y de la realidad de que no podía jugar fue beber alcohol, lo que terminó de empeorar su situación y aumentó la depresión. "Para mí, fue como deshacerme de la depresión. Bebía y me olvidaba de eso. Pero al día siguiente, las cosas empeoraban y volvía a beber. Eso no funciona. Fui a rehabilitación porque otros querían que lo hiciera: mi esposa, mi agente y mis amigos. Yo no veía que me pasara nada, ése era mi mayor problema", narró.

"Estaba en una habitación oscura y bebía mucho. No tuve ayuda externa. Nadie sabía qué me pasaba porque nunca hablé de eso. Todo el mundo pensaba que era el chico más feliz del mundo, pero me iba a casa, cerraba la puerta y me golpeaba la cabeza contra la pared. Me tomaba unas copas para intentar olvidar", contó.

Para Carroll, "si no me hubiera detenido, no estaría aquí hoy. Habría muerto por la bebida". Tras volver al fútbol, y luego de militar en el Odense de Dinamarca, en 2011 se quedó sin equipo.

"Bebía casi todos los días. Tenía mucho tiempo libre, mi forma de beber era una locura. Si no me hubiera detenido, no estaría aquí hoy. No creo que mi cuerpo lo hubiera resistido. Nunca estuve en esa etapa en la que me hubiera suicidado, pero habría muerto por la bebida", admitió.

Ahora, el exguardameta está fuera de peligro tras pasar 10 años sin probar el alcohol, aunque asegura que nunca se va a "deshacer de la depresión... vuelve de vez en cuando. Esto le puede pasar a cualquiera que tenga depresión y beba mucho en casa", concluyó.

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