El consuelo para los aliancistas es que recuperaron el liderato del grupo A. Pues en la forma de juego, dejaron muchas dudas, pero que les alcanzó para imponerse a Sonsonate (2-1), que lo hizo sufrir. Los albos presentaron algunas variantes, con el descanso que el cuerpo técnico dio a Marvin Monterroza, quien estuvo con la Selección, Michel Mercado, por decisión técnica, y Juan Carlos Portillo, por lesión.
Sin embargo, Alianza no tuvo cambio en el estilo de juego, aunque si en la actitud, en la que también fue cómplice Sonsonate, para tener un primer tiempo aburrido. La posesión fue casi por completo de los paquidermos. El mexicano Felipe Ponce fue media punta, de mucha actividad, al ser en quien pasaban todas las pelotas albas, durante la transición desde la defensa hacia el ataque.
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El azteca también fue la vía a gol para los blancos, al definir de pierna derecha, la asistencia de Bryan Tamacas, quien ganó línea de fondo por la banda derecha para pasar para atrás y así abrir el marcador (16’). Fue la única jugada armada que hicieron los albos, las otras aproximaciones derivaron al juego a balón parado, donde Ponce no estuvo fino, al mandar tres tiros libres a las gradas.
Otras aproximaciones fueron tiros a portería, que terminaron en las manos del guardameta Héctor Carbajal, quien jugó por delantero del área chica y por lo que intentaron sorprenderlo, pero sin mucha dirección y potencia.
Fueron varios minutos de un monologo, con Alianza recuperando la pelota en la media y corriendo hasta tres cuartos de cancha, donde intentó hacer el disparo que antes se mencionó. No había más idea, ni proyección. En parte, por la aplicación de la última línea cocotera, que no permitió más
Hacia adelante, los cocoteros no ofrecían más, ni tampoco arriesgaban, a pesar de estar perdiendo en el marcador. Nadie tomaba la pelota y buscaba proyección.
La única que tuvieron cerca, fue un pase en profundidad que recibió David Boquín, que disparó en dirección al portero Mario González, quien rechazó y en el remate, el argentino hizo lo mismo, haciendo que se luciera el portero paquidermo, ahora rechazando con los pies (35’).
Esta jugada “despertó” a los aficionados, que se quejaban de la pobre dinámica que estaban presenciando en el terreno del Monumental, que tuvo un buen número de aficionados, pero sin mucha delicadeza para cumplir con las medidas de seguridad: algunos incumplieron la distancia y también el uso de la mascarilla. Pero no hubo ningún llamado de atención.
Volviendo al juego, al término del primer tiempo, hubo algunos silbidos por parte de los aficionados aliancistas, quienes exigían mayor agresividad de su equipo.
Poco fútbol
La tónica en el segundo tiempo se mantuvo, con más bostezos que buenas jugadas. El partido careció de buenas oportunidades a gol, era intrascendente en ataque.
Alianza siguió dominando el juego, controlando la pelota y generando llegadas, sin profundidad. Había algunas imprecisiones al momento de pasar el balón y Oswaldo Blanco, solo adelante, fue absorbido por la marca de los defensores sonsonatecos, que fue lo mejor del equipo occidental.
Ni el ingreso de Michel Mercado, por Ponce, para darle compañía al “Chocolate” Blanco le dio profundidad al equipo. Hasta perdieron una buena oportunidad, en la que Blanco no pudo definir, quedando solo contra Carbajal, que se quedó con la pelota (73’).
Esto podía haber dado tranquilidad a los paquidermos, que unos minutos antes habían sufrido con un cabezazo de Boquín, que se estrelló en el larguero (56’) y con un tiro libre de William Maldonado, que exigió a Mario González (64’).
Al final, el atenimiento de los paquidermos, quienes sumaron otra ocasión con un remate de Mercado que dejo el balón suelto en el área y que nadie pudo definir (83’), del cual al minuto siguiente vino la respuesta de los cocoteros, encontrando un penal: Levin Espinal, desde la media cancha, llegó hasta el área alba, donde Clavel se comió el regate del delantero.
Alexis Renderos, jugador que salió de las reservas capitalinas, cobró el penal, con potencia y colocación, que engañó a González, para anotar la paridad (87’). Se dieron cinco minutos de compensación, que a Da Silva no le parecieron. Pero los aceptó, porque habían empatado el partido casi al final. No esperaba una reacción de los albos, que en ese tiempo hicieron su mejor fútbol, pero con las individualidades de ciertos jugadores.
Así, en una de las últimas, tras un tiro de esquina, Maximiliano Freitas marcó el segundo gol albo, con un cabezazo del uruguayo, con el que los albos quedaron mal parados (90+3’) y así sentenciar el triunfo, con el que superan al Águila y retoman el primer lugar del A.
