Verlo llorar rompió el corazón a miles de aficionados catalanes y especialmente del argentino Lionel Messi. Estos siguen sin entender por qué no se hizo un esfuerzo más para mantener al corazón del equipo. Pero la realidad es la que es y ya ni los argumentos sirven para aliviar el pesar.
En medio de su despedida, varios detalles quedaron en la memoria: en primera fila, frente al atril, estuvieron su esposa Antonela Roccuzzo, su compañera desde la infancia, y junto a ella los tres hijos de la pareja, los únicos que lograron arrancarle alguna sonrisa: Thiago, Mateo y Ciro. El menor no entendía bien lo que pasaba, el mayor tiene clara la promesa que le hizo su padre de volver, algún día, a Barcelona.
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Llamó la atención la presencia de dos ex compañeros y viejas glorias del club como Carles Puyol y Xavi Hernández, sus cómplices en vueltas olímpicas del pasado.
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Y claro, el último abrazo con cada uno de sus compañeros de la plantilla actual (solo faltaron los que estaban en los Olímpicos), muchos todavía incrédulos sobre lo que estaban presenciando.
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Pero sin duda el que desentonó fue Sergiño Dest, a quien muchos llamaron 'desubicado' en las redes sociales por aparecer con un uniforme de básquet, el de Chicago Bulls. El "ruido" en la foto fue evidente:
Más que compañeros pic.twitter.com/gHAvD9nWAb
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