Guillermo Stradella y el rostro de la derrota de FAS en la final. Foto EDH/Lissette Monterrosa
Uno de los más autocríticos fue el argentino-salvadoreño Guillermo Stradella, quien aceptó que “regalamos el primer tiempo”, y consideró que “nos faltó liberarnos un poquito más, tratar de intentar jugar más. Los circuitos ellos los cerraron bien, con Gil, con el Toro (Josué Rivera), con Chang (Julio Amaya), con Bryan (Landaverde)”. Sobre el gol que recibieron, no consideró que fuera producto de la inexperiencia, porque al juego “le hicimos frente”, y comentó que “ellos se encuentran con un gol desafortunado. Cometimos dos errores, tal vez la tuvimos que dejar salir al córner (en la acción de Moscoso con Peñaranda, que provocó el centro que luego cabeceó Orellana), o sacarla a la tribuna. Pero son decisiones que uno toma, a veces pasa una mala jugada, que le rebota a uno y se mete. No es que armaron una gran jugada y nos sacaron ventaja”.
Al comentarle que Alianza también estrelló una bola en el poste y que, en general, dominó más tramos del partido, Stradella dijo “pero no entró. Y nosotros también tuvimos una abajo del arco, que a Jeison (Quiñónez) se le va, o lo agarran, no sé qué pasó, y no entró. De esa nadie habla. Hablan del gol de ellos, que entró, que no fue una gran jugada, no creo que Narciso haya querido cabecear a la rodilla (de Ibsen)”.
Castro recordó que “teníamos mucho joven que disputaba su primera final. Pesan los primeros 20 o 25 minutos. Este es el grupo más joven de la Primera División. Nadie daba nada por nosotros al principio, y fuimos escalando posiciones”, y subrayó que “FAS es el más grande del país, independiente la gane o no. Esta linda gente se merece ese campeonato que tanto anhela”. “Desde pequeño soy hincha de este equipo, por eso la cara larga ahora, la tristeza inmensa. En 2015 tuve la oportunidad de ser campeón con la reserva. Soy joven y todavía me queda mucho camino por delante”, dijo
Por su parte Diego Chávez, un sentimiento que comparte la mayoría de jóvenes en el equipo tigrillo: Perdieron, pero ya piensan en tener su revancha en 2020. “A la hinchada yo más que nadie la comprendo, entiendo la molestia, la inconformidad, la amargura que podamos tener. Al hincha se le premia con títulos y no lo hemos hecho últimamente. Los tiempos de Dios son perfectos, y cuando llegue la tan ansiada copa, va a ser una locura inmensa”, cerró Chávez.