Faltan algunos meses para que Dulce Lucía Orellana cumpla 15 años. Sin embargo, su padre, el técnico salvadoreño Ángel Orellana, requiere de una mano solidaria en estos momentos duros por los que pasa. Su hija padece de síndrome de Down, pero en los últimos meses el estado de salud de la pequeña ha venido a menos, por lo que el DT busca ayuda para cumplir un deseo.
Orellana, quien fuera asistente técnico de Alianza, y salió campeón con la reserva en 1998 y con el equipo mayor en 2001, sueña con poder celebrarle una fiesta rosa a su hija. Su situación económica no es la mejor, ya que ha estado sin trabajo, y busca manos amigas que le echen la mano para cumplir el sueño de su quinceañera.
Esto porque el técnico siente que, en cualquier momento, su hija puede ser llamada por Dios. El “profe” desearía festejar a Dulce Lucía el propio día de su natalicio, que es “el 29 de noviembre o unos dos días antes”, pero para ello requiere de una preparación anticipada para realizar el deseo de toda la familia. No obstante, Orellana también podría anticipar más el cumpleaños, por ver feliz a su pequeña.
“Sé que mi ángel que Dios me dio está a punto de irse, pero por eso le dije a Dios que le daré lo poco que tengo, ya que nunca me dio más”, publicó el principal, en su Facebook.
“Mi hija se me va... Por eso, estoy dando lo mejor de mí, para ella”, complementó.
A los mensajes de sus amigos y conocidos, Orellana les externó: “Ya a mi hija le cuesta caminar, su coordinación ya no es igual, su mirada ya no es igual, solo dice que yo soy su APA”.
“Si ese ángel llega a los 15 años, no sé qué haré. Pediré ayuda de algunos de ustedes”, se sinceró. Y a CANCHA manifestó que buscaría ayuda para adquirir un vestido y girasoles como flores, así como cualquier otra colaboración para la fiesta.
Sobre cuál es el estado de salud, Orellana explicó que padece de convulsiones, y cada día está en desmejora. Así que no solo pide ayuda para el festejo, sino también para medicinas y para unos exámenes que requiere urgente.
“Me dejaron un encefalograma y un TAC cerebral, pero hasta enero 21 de 2022 la van a evaluar. Y como no hay dinero, no lo hago con doctores particulares, y esos exámenes también son caros. Hay que esperar meses, y menos mal que es una emergencia”, sostuvo, haciendo énfasis en que es demasiado tiempo para la urgencia que tienen.
“Si tuviera dinero, aseguro que la tendría con un neurólogo particular”, afirmó.
Es por todo esto que el DT, de quien los últimos equipos en los que estuvo fueron el Vendaval de Apopa el torneo anterior (segunda vuelta) y, previamente, el San Pedro La Laguna de Segunda de Guatemala, espera que más ángeles se sumen a su causa para colaborarle.
“Celebrarla es un deseo de 15 años de tener un ángel. Sería lindo que alguien me ayude con ese sueño de mi niña bella”, dijo.
“Ella cambió mi vida. Es mi prioridad. Tener a mi hija ha sido una bendición, un ángel que Dios me ha dado. Uno siente, y mi espíritu siente que mi hija me va a dejar. Pero mientras que Dios me la tenga, como se lo dije, le agradezco porque es una gran bendición para mí”, expresó Orellana. La fe de un padre, por cumplir el deseo de su hija.
Ayuda
Si desea colaborar con Dulce Lucía Orellana puede hacerlo a la siguiente cuenta bancaria: Banco Agrícola, número: 003111553615, cuenta de ahorro a nombre de Sandra Ruth Araujo de Orellana, esposa del profesor.