Siempre premia el fútbol. Y, en esta ocasión, lo hizo con las hermanas de la familia Palacios. Se trata de tres salvadoreñas a quienes la vida les dio como regalo divino la posibilidad de poder jugar juntas en el mismo equipo: CD Águila de la Liga Femenina.
Se trata de las usulutecas (Municipio de El Triunfo) Leidy, Lesly y Jennifer, las dos últimas con el agregado especial de ser gemelas. Ellas han tenido la oportunidad de jugar en varios equipos, pero actualmente su mayor logro es pertenecer al equipo emplumado, aunque también han jugado en el cuadro de su municipio, antes Triunfeñas FC y ahora Chicas Milán.
Su foto juntas, con el uniforme negronaranja, tuvo repercusión en redes, por el hecho de ser hermanas. La mayor tiene 30 años y juega de defensa izquierda, mientras las gemelas de 20 ocupan las posiciones de volante central creativa (Lesly) y defensa central (Jennifer).
"Por la diferencia de edad, hace como cinco años que jugamos juntas. Ellas han participado en la Liga Atlética Policial, torneo donde quedaron campeonas y campeonas goleadoras, un campeonato cada una, de la zona norte de Usulután", cuenta la mayor.
"Luego, fueron elegidas para formar parte de la selección de Usulután norte, donde jugaron contra las diferentes selecciones a nivel nacional y llegaron a la ser finalistas con la selección de Santa Ana", añadió.
Según Leydi, en sus equipos locales han "quedado campeonas de varios torneos organizados en la zona", así como "campeonas de los navideños, realizados en el municipio". Pero su máximo logro fue vestirse de negronaranjas. "Gracias a Dios, y a todo el esfuerzo y sacrificio, nos dieron la oportunidad en Águila Femenino de Primera División. Siempre hemos sido bien unidas en esto del fútbol, nos tratamos de apoyar mutuamente. A las tres, nos apasiona jugar fútbol, y creo que lo haremos hasta donde Dios lo permita".
Para la zaguera, es especial que las chicas de la dinastía Palacios jueguen unidas. "Juntas, nuestro mayor triunfo fue llegar a Águila. Para mí, es un gran privilegio jugar juntas, porque no todas lo tienen. Esto a pesar de altos y bajos, porque mi papá se enojaba cuando yo me las llevaba a jugar, pero yo sabía que a ellas les gustaba y siempre dije que las apoyaría".
"Fue un apoyo que yo a su edad no tuve, porque cuando estudiaba estaba en la selección del instituto, pero no me daban permiso. Prácticamente, me iba de escondidas a jugar, pero ya luego mi papá (Samuel Palacios) se dio cuenta de que nosotros amábamos el fútbol, y mi mamá le decía que lo habíamos heredado de él, y empezó a apoyarnos más. Me alegra tanto haber logrado este paso juntas, y siempre las apoyaré (a sus hermanas) a futuro en lo que se les presente", dijo.
Las gemelas coincidieron y agregaron: "Primeramente, darle gracias al profe por confiar en nosotras y darnos la oportunidad de jugar juntas. Es una satisfacción única y un privilegio poder practicar el fútbol juntas", expresó Lesly.
"Desde pequeñas, practicamos este deporte, una herencia que nos dio nuestro padre y nos sentimos orgullosas de cada una, porque siempre damos lo mejor en cada partido. Cada una, tenemos diferentes cualidades que demostramos en el terreno de juego", reiteró.
Todas tienen sueños y objetivos por cumplir. Por ahora, se dedican a combinar el fútbol con el trabajo de campo con su papá. "Pues cuando toca arrancar frijoles, lo hacemos; y cuando es el tiempo de sacar el maíz, lo recogemos, lo destuzamos y ya luego a desgranarlo para guardarlo", detallo Leydi.
"Nuestro objetivo es poder aprender más sobre el fútbol profesional, poder llegar lejos y tener bonitas experiencias futbolísticamente", añadió.
Mientras su hermana Jennifer dijo: "Nuestro objetivo es trabajar duro, dar lo mejor de nosotras en cualquier situación que se nos presente, siempre con una mentalidad positiva y mucho esfuerzo. Así, poder triunfar en el fútbol".
En cuanto a cómo ven la Liga Femenina, la mayor de las Palacios afirmó: "Creo que se esta luchando y trabajando mucho para que el fútbol femenino sea reconocido y valorado. Sí hay muchas cosas que mejorar, pero sé y confío en Dios en que poco a poco todo esto va ir mejorando, y que un día seremos tratadas con igualdad".
La misma igualdad con que les abrieron las puertas en Águila. Y la misma igualdad con que el fútbol las ha tratado, al permitirlas jugar juntas. Un éxito de hermanas. Un triunfo de la vida.