China es un país acostumbrado al éxito deportivo, sobre todo en los últimos años. Sin embargo, con respecto al fútbol, la nación asiática siguen con el mote de “gigante dormido”.
Esto puede acabar pronto ya que la apuesta del balompié chino consiste en contratar jugadores y técnicos de renombre mundial a base de millonarios contratos. Buscan ayudar a que dentro de un par de años China sea considerada como una potencia a nivel mundial.
La denominada Súper Liga de China tiene apenas ocho años (fundada en 2004) y ha sufrido problemas de corrupción, llevando a directivos a las cárceles.
En los últimos meses los chinos han sorprendido con fichajes de figuras de talla mundial como Nicolás Anelka, ex jugador del Real Madrid; Didier Drogba, flamante campeón de Europa con el Chelsea y recientemente Seydou Keita, proveniente del FC Barcelona.
Llegada de técnicos importantes
Para que el ambicioso proyecto para que la Súper Liga de China se desarrolle, se suman las contrataciones de técnicos de primer nivel como Marcello Lippi, campeón del mundo con Italia; Sergio Batista, ex técnico de Argentina y Alejandro Tocalli, conocido por ser uno de los mejores formadores de jóvenes en Sudamérica.
Si logran su objetivo, China se convertirá en una potencia mundial y un sueño para jugadores y técnicos por los contratos millonarios.
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