Ni el cielo gris que estuvo sobre el Barraza quitó el brillo que ilumina a este estadio, en una semana especial, la previa hacia una final.
Para los emplumados fue el último día que tendrían contacto con la prensa, para después quedarse a puerta cerrada trabajando los detalles finales de cara al encuentro de este domingo, en el Cuscatlán.
Este jueves, no estuvieron el técnico Carlos Romero ni el portero titular Benji Villalobos, para participar en la premiación de la Liga en un hotel capitalino.
El entreno fue supervisado por el asistente técnico, Víctor Fuentes y el preparador físico, Lucho Medina, quienes siguieron los lineamientos dejados por el entrenador.
“Se han afinado detalles tácticos. Aunque las semifinales se pasaron bien, dejaron muchas cosas para corregir. En lo anímico, el equipo está bien, esperando que pasen los días para que llegue el partido”, dijo Wilson Rugamas, volante de los migueleños.
Del plantel, solamente Joaquín Vergés no trabajó con normalidad, ya que se mostraba resentido de la pierna derecha y por prevención, según aseguró el mismo jugador, paró el trabajo y fue atendido por el kinesiólogo del equipo.
Diego Coca, mediocampista de los migueleños, apuntó que lo que más sobra en el plantel es motivación: “Todos estamos ilusionados con lograr la tan ansiada Copa dieciséis. Nadie se quiere perder este partido y nos cuidamos para llegar al cien por ciento a este encuentro”, expresó el ex mundialista Sub 20.
Águila tiene planificado cerrar su preparación este viernes en el estadio migueleño, a puerta cerrada.
El sábado viajará a San Salvador, donde haría una práctica liviana en el Cuscatlán, para después quedar concentrados en un hotel.
Como detalle especial en este jueves, el equipo contó con el aliento de una de sus barras oficiales, La Inmortal 12, que con sus instrumentos y banderas aprovechó el último contacto con el plantel, para desearle suerte previo a este partido, donde todos sueñan con levantar la Copa.
