La Comisión de Árbitros de la FIFA anunció, mediante un comunicado oficial, la nueva directriz en torno a cómo se penalizará escupir o sonarse la nariz en el campo de juego.
En el documento, la entidad rectora del fútbol expone que, en el marco de la pandemia de Covid-19, algunos protocolos con los que se ha reanudado el fútbol (o se reanudará) contemplan o recomiendan que los jugadores no escupan.
Eso con el objetivo de reducir las posibilidades de expandir la pandemia en el mundo del fútbol. Sin embargo, nunca quedó del todo claro si los árbitros tendrían que expulsar al jugador, amonestarlo con una tarjeta amarilla o verbalmente.
Ahora, la FIFA en su comunicado explica que “no sería práctico convertirlo en una infracción castigada con tarjeta amarilla”.
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Además, dejó en libertad de cada una de las asociaciones o países miembro a que tomen sus propias decisiones en cuanto a qué hacer cuando se presente el caso, claro, dejándolo por sentado previamente en las bases de competencia.
En un párrafo en particular, la entidad menciona que “… las decisiones disciplinarias deberán tomarlas los organizadores correspondientes o las federaciones miembro después del partido”.
Ahora bien, escupir contra un rival o árbitros, según las reglas de juego, sigue siendo una infracción penalizada con tarjeta roja o expulsión. Sin embargo, cuando no sea el caso, sería impráctico para el fútbol estar amonestando por escupitajos “porque a los árbitros les resultaría imposible detectar todos los incidentes: se puede escupir en cualquier lugar del campo, en cualquier momento, y lejos de la acción del partido”, reza el texto.
Incluso ejemplifica con que puede ocurrir “cuando los jugadores cambian de posición antes de la siguiente jugada. Por tanto, el hecho de que escupir de manera general y otras acciones similares conllevaran a una tarjeta amarilla durante los partidos podría dar origen a decisiones incoherentes e injustas”, señaló el documento.
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