El Valencia recuperó su mejor versión para derrotar al Barcelona por 2-0 y poner fin a una sequía de trece años sin ganar en Mestalla al cuadro catalán, que podría perder el liderato esta jornada en favor del Real Madrid.
A pesar de no contar con su capitán Dani Parejo y tras la mala imagen ofrecida en la Supercopa y la pasada jornada ante el Mallorca, el Valencia volvió a ser ese equipo aguerrido, solidario y con pegada. Firmó un partido excepcional en defensa y en ataque el uruguayo Maxi Gómez se erigió en el estilete que desangró al Barcelona.
El arranque del Barcelona fue un monólogo, con posesiones tan eternas como estériles. El Valencia iba detrás del balón con dos líneas de cuatro muy juntas que no dejaron resquicio alguno por donde filtrar un pase.