La pandemia golpeó a todos de distinta manera y en el fútbol, específicamente a quiénes viven de esto, le pegó más fuerte. Así lo cuenta William Miranda, quien por mucho tiempo se ha dedicado a la venta de tostadas en el estadio Cuscatlán.
“En verdad han sido momentos difíciles sin fútbol. Nos detuvimos bastante en el negocio de las tostadas. Además de lo que se vendía los fines de semana en el estadio, entre semana lo hacíamos en el centro de San Salvador. A mí, me faltaban cuatro meses de pagar en la universidad y ante la falta de ingresos, nos vimos atrasados todos”, comentó Dexter, como es conocido en el ambiente futbolero.
Ante esta situación, se tuvo que reinventar: “nos tocó cambiar un poco el ritmo de las ventas. Empezamos a vender en la colonia, con solo una canasta de plátano maduro, luego fuimos aumentando. Después nos rebuscamos para vender verduras, que también creció pero tuvimos que parar, porque lo principal son las tostadas y esto quita tiempo. Más ahora que nos reiventamos con la entrega a domicilio”, explicó Miranda.
En su vehículo cumple con los pedidos que le hacen a través de su cuentas en redes sociales: @dexter200, en Twitter, y Tostaditoss, en Instagram. Los sábados recorre buena parte del área metropolitano para cumplirle a sus clientes.
“Las tostadas tienen un costo de $0.50 centavos. Por mayor la bolsita es de 0.28 ctvs”, detalló del producto que entrega, junto con una bolsa de curtido.
Aunque el negocio del “delivery” ha comenzado bien, las ganancias no son las mismas de cuando hay partidos en el Cuscatlán: “en un día bueno en el estadio quedan unos $50 o $75 dólares de ganancia, si es un partido final o cuando juega la selecta, libre de gastos e inversión. Ahora, la ganancia que sacó es poca”, señaló.
Añadió: “la venta a domicilio es mas calmada pero hay una ventaja que estoy vendiendo por mayor y las entrego domicilio siempre”.
Muchos de sus clientes lo identifican por su venta en el Cuscatlán y por eso compran con confianza, al mismo tiempo que estas personas le hacen publicidad en sus cuentas, con el que amplia el mercado.
Algo que también le ha favorecido es que ha vuelto a vender en el centro de San Salvador y con eso está reuniendo un poco más de dinero, aunque su mayor alcance lo tiene en el estadio.
Por el momento, no sabe que le dictará el futuro con el fútbol de la Primera División, que es donde obtiene el mayor ingreso, porque desconoce que lineamientos se van a establecer con los partidos en el estadio Cuscatlán.
“Por el momento no nos han informado nada. No se ha confirmado si los partidos serán a puerta cerrada o con público y si es así, no sabemos si nos dejarán entrar, bajo que protocolos estaremos”, señaló el comerciante.
A pasitos de graduarse
William Miranda, junto a su familia, desde ya hace varios años se dedican a la venta de las tostadas y es la forma de como sobreviven, pero para él, también ha sido la base para alcanzar una meta personal: lograr el titulo universitario, en Administración de empresas. El cual espera que se realice en los próximos meses.
“Gracias a Dios estamos a un pasito de lograr ese sueño. Estos últimos meses han sido muy complicados, por esta situación y por todas las responsabilidades económicas que se deben cubrir”, destacó.
El equipo del Mágico González, el Cádiz, vuelve este sábado a la escena de Primera DivisiónSobre estas situaciones, contó: “unos clientes que tengo en platea del Cusca han estado pendientes y me han ayudado. Cuando tuve la defensa de mi tesis, que haríamos en línea, tres días antes el internet comenzó a fallar y se cayó por completo. Comencé a llamar y no me respondían, luego me queje en twitter. También debía unos meses y uno de esos conocidos, un amigo aliancista, me dijo que me ayudaría a pagar esos meses y con eso pude resolver”.
Miranda espera que la situación mejore en el país y que puedan volver a trabajar en el estadio. Una de sus grandes aspiraciones como profesional es “hacer que el negocio de las tostadas crezca más, porque este es mi vida y lo disfruto haciéndolo”, expresó el soñador Dexter.
