Así afecta el coronavirus los partidos de vuelta de los octavos de final de la Champions League

El juego del miércoles entre PSG y Borussia Dortmund se jugará sin público, al igual que el Valencia vs Atalanta como medidas de prevención

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Edinson Cavani de Paris Saint-Germain reacciona durante el partido de fútbol de la Ligue 1 francesa entre Paris Saint-Germain (PSG) y Dijon FCO en el estadio Parc des Princes de París. EFE/EPA/YOAN VALAT

Por Agencia EFE

2020-03-09 10:55:03

El partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones entre el París Saint-Germain (PSG) y el Borussia Dortmund, previsto para este miércoles, se jugará a puerta cerrada en aplicación de las nuevas medidas de seguridad en Francia frente al coronavirus.

La Prefectura de Policía de la capital francesa indicó en su cuenta de Twitter que la decisión se ha tomado para cumplir las consignas decididas este domingo por el Consejo de Defensa del Gobierno, que prohibió las concentraciones de más de 1.000 personas.

El PSG ya vio suspendido su partido de la liga francesa contra el Estrasburgo, correspondiente a la jornada 28 y previsto para este pasado sábado, a causa del coronavirus.

También el juego del Valencia-Atalanta de mañana se jugará en Mestalla a puerta cerrada, otra medida de prevención adoptada por las autoridades españolas con los equipos provenientes de las zonas de riesgo de Italia. Tampoco no habrá ruedas de prensa previas ni posteriores en el referido cotejo.

Agentes de la Policía Nacional custodian la llegada del Atalanta al aeropuerto de Manises, Valencia, con motivo del partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones de mañana. EFE/Kai Försterling

Mientras el Barcelona-Napoli de la próxima semana las autoridades todavía analizan la posibilidad que se juegue a puerta cerrada en el Camp Nou.

Por otro lado, el juego de mañana entre Leipzig y el Tottenham se disputará con público, pese a la recomendación del Gobierno alemán de suspender los actos públicos con más de 1.000 asistentes. Las autoridades de Leipzig, competentes en la materia, decidieron mantener el encuentro con público, tras recordar que Reino Unido, de donde procede mayoritariamente la afición visitante, no es zona de riesgo.