Hubo fuego, pero para los locales. CD Águila voló alto ayer, quemando al local, tras vencer a domicilio a Jocoro FC (0-1) y mantenerse segundo del grupo oriente, con 10 puntos. Los fogoneros siguieron sin encontrar el camino, hundidos en el último puesto de la zona.
Pero tuvo que esperar el cuadro migueleño para encontrar el triunfo. Los locales generaron oportunidades que luego lamentaron. Y es que, en diez minutos, el partido tuvo movilidad, pelotas divididas, dinámica, pero sin llegadas claras en alguno de los arcos.
Todo fue hasta que Jocoro generó dos ocasiones, una de esas de Carlos Lanza, quien sirvió balón a Junior Padilla, para que este rematara a puerta, pero salvando la cabaña el portero Benji Villalobos.
Los fogoneros empujaron con estacionarias, como la posibilidad de un remate de Yuvini Salamanca. Mientras Águila mantenía el orden, y sobrellevaba las jugadas ofensivas de Jocoro. Con esa dinámica, transcurrió la media hora de partido.
Los emplumados trataban de hacer lo propio, con buena idea colectiva. Sin embargo, el partido bajó la intensidad, aunque Jocoro se animaba por momentos a adelantar filas, teniendo mejor posesión de balón.
Los jocorenses intentaban echar mano al factor sorpresa y al contragolpe. Y, de hecho, tuvieron así dos peligrosas, en dos minutos (33’ y 35’), que asustaron a los migueleños.
La más clara fue una que Lanza no pudo definir; y la otra, una de Salamanca, que pasó cerca de la base del poste de Villalobos. Águila tuvo una sobre el cierre de primera mitad, con Gerson Mayén y Nico Muñoz, pero que no quedó en más que una ofensiva, sin concretar.
El duelo continuó con más traslado de balón de Águila, que al complemento mejoró en presión. Mientras los de Tierra de Fuego apelaban a las individuales de Santos Guzmán, quien al igual que en la primera parte estuvo activo intentando presionar adelante.
Pero Águila aprovechó ese mejor momento, para ponerse en ventaja. Al 52’, Nicolás Muñoz definió una jugada que, en principio, tras un remate, el portero Meme González había rechazado, pero apareció el panameño-salvadoreño y en el aire llegó a empujar el balón, para dar la ventaja al nido (0-1).
Con las modificaciones, de a poco, cada equipo entró a la recta final sin retroceder, con ritmo y con objetivos distintos. Los jocoreños aceleraron, en busca del tanto que los hiciera salvar el empate; y los negronaranjas, peleando por el segundo. Sin embargo, el marcador no se movió, y los emplumados partieron felices a San Miguel.
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