A las voces que hablan de una posible quiebra del Barcelona, se suma la de uno de los presidentes en relación de lo que, a estas alturas, ya parece obvio: Lionel Messi no continuará en el equipo a partir de la próxima temporada.
Y es que el equipo no puede pagarle, y tampoco podría retenerle si cualquier cuadro fuerte de Europa se lo quiere llevar, claro, eso desde el punto de vista económico.
Hay apenas dos posiblidades para que el argentino pueda mantenerse: una, que por amor al equipo quiera ganar muchísimo menos de lo que percibe ahora (aproximadamente 110 millones de dólares netos al año); dos, que el presidente que gane en las próximas elecciones realice un lobby extraordinario de tal manera que logre aglutinar grandes empresas para financiar una especie de rescate financiero del club, lo que permita amortizar los intereses, la alta masa salarial y convencer al argentino, además, de que podrán invertir en un proyecto deportivo competitivo.
La primera parece mucho más lógica que la segunda, sobre todo porque a Messi dinero no le falta, porque tiene 33 años y podría decidirse por acabar ahí su carrera, en el club de toda su vida. Pero hay un factor clave, que la nueva directiva tendría que convencerlo, pues el argentino quería marcharse, y no lo hizo porque no lo dejó la anterior directiva al ampararse en la cláusula de rescisión de 700 millones, lo que obligaba al jugador a llevar el caso a los tribunales, algo que no quiso.
Con todo esto en juego, en realidad lo más lógico sería vender a Messi en enero y sacarle un buen billete, sanear un poco las arcas del club, que el jugador siga ganando lo que vale en el mercado. Ya lo señaló Carles Tusquets, cabeza de la Comisión que controla por ahora al equipo hasta las elecciones, que él lo hubiera vendido precisamente por todo lo señalado arriba.
Y ahora, se suma otra voz, la del candidato a la presidencia Agustí Benedito, quien ya se había postulado en otras ocasiones. Consultado sobre el tema Messi-econónico, “yo escuché a Leo Messi decir que se quería ir del Barça y una decisión así no se toma porque se ha levantado con el pie izquierdo. Así que lo primero será que él cambie de opinión, porque si tenemos que competir con algún otro equipo de Europa que se le haya metido entre ceja y ceja fichar a Messi, si el tema es económico, no vamos a poder”, dijo de manera tajante y clara.
“Cuando escuché a Neymar dije: ‘Hostia, cuidado con estos tíos’, porque el PSG pertenece a Qatar, que está organizando el Mundial. Si el PSG lo quisiera, económica no vamos a poder competir. Espero que llegue el día en el que Messi diga que después de 20 años en el Barça quiere continuar”, sostuvo.
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Y es que Neymar expresó públicamente su deseo de volver a jugar con Messi a la par, y dijo que en 2021 eso sería posible, aunque no especificó si en el Barcelona o en el PSG, pero, por como van las cosas en la banca culé, no hay opciones de que el brasileño regrese.
“El Barça vive una situación económica y financiera muy, muy, muy complicada. Es increíble el destrozo que ha hecho la junta anterior en el Barça. Es un tema urgente. Te diría que hay que ejecutar un plan de choque. Serán tres o cuatro meses de tomar decisiones que ya tenemos muy claras y serán muy importantes”, concluyó el candidato.
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