El estadio Óscar Quiteño no resultó ser el antídoto “anti-Alianza” que FAS necesitaba para eliminar a los apitalino, y cayó, con mucho honor, tras un tenso empate a cero en la vuelta de semis que los albos aseguraron gracias a que arriesgaron poco y no se enloquecieron con la pelota en sus pies.
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No le alcanzó a Alianza para ganar luego de 13 años y 10 meses sin hacerlo en esta cancha, sino solo para apenas hacerle cosquillas en defensa a un “Tigre” que mejoró mucho con respecto al naufragio de la ida (0-3); pero sí fue suficiente para que los elefantes salieran invictos una vez más ante su némesis (undécimo partido consecutivo) y confirmaran por octava vez consecutiva su presencia en la cita frande del fútbol salvadoreño.
Este 31 de enero, llegará al Cuscatlán un Alianza tan pragmático como templado y eficiente, que ha sufrido una regresión deportiva muy positiva a sus mejores tiempos de la mano de Jorge “Zarco” Rodríguez. El técnico de San Alejo, ahora con las riendas fasistas, nunca logró perforar con sus jugadores la red defensiva que tejió la zaga blanca –ayer negra– y no logró acercarse siquiera por un gol a la remontada que su afición aclamaba durante toda la semana.
Hoy es Milton “Tigana” Meléndez quien repite final al frente de su Alianza de toda la vida, ese con el que triunfó como jugador en los 90 y al que ahora ha labrado desde los escritorios con su dirección y consejería deportivas.
Bajo presión
Siete minutos le tomó a FAS poner nervioso a Alianza por primera vez en el partido, a través de un disparo frontal de Javier Figueroa a las manos de Mario González, quien atrapó con seria dificultad.
En la media, Monterroza y Cienfuegos intentaban sostener la pelota ante la caza de los marcadores tigrillos. Renderos y Castro, sobre todo, les entretuvieron lo suficiente por la derecha fasista para mantener aislado a Michell Mercado, la única referencia alba en punta.
De repente, Alianza se escapó en ataque y paralizó los corazones en Santa Ana: Mercado tuvo un mano a mano por izquierda, al 21′, pero eligió disparar a las manos del arquero pese a que tenía a Monterroza solo del otro lado.
De esa tapada de Carabantes surgió, segundos después, la primer gran serie ofensiva de FAS, primero con Ibsen Castro entrando solo por el izquierda y Henry Romero sacándole la pelota justo sobre el rematae. Luego, en el córner, Xavi García arrancó sus suspiros zambulléndose de cabeza para rematar desviado (22′).
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Alianza tuvo problemas para detener esas llegadas de FAS porque la dupla Orellana-Portillo se quedó muy sola en la contención, mientras Tamacas y Cienfuegos abrían los laterales. Esto dejaba que Torres, Landaverde o Figueroa lanzaran pelotas filtradas a Perea y Areco, que o bien quedaban en offside o bien eran bloqueadas por los centrales albos Mancía y Romero, o por el guardameta.
Areco despidió el tenso primer tiempo de FAS con otro remate de lejos, al 44′, que atajó heroico González, y pero también los paquidermos tuvieron dos contrasde muchopeligro sobre el final; una en la que Carabantes de creció ante Tamacas y otra en la que Mercado no supo qué hacer una vez llegó al área.
Más peligro y nervios abundaron en la segunda parte. Mercado otra vez exigió en el mano a mano a la contra a Carabantes, quien respondió soberbio enviando a córner (54′); más tarde, Isaac Portillo evitaba un centro a Perea en el área (57′) y Tamacas aliviaba después con un despeje tras el enredo ofensivo de los atacantes de FAS (60′).
Todo este peligro tigrillo llegaba con el ingreso simultáneo de Peñaeanda, Stradella y Amaya, quienes revitalizaron el ataque de FAS. Alianza tardó más en reaccionar tras el descanso, pero mediante un remate de César Flores (73′) se hizo notar apenas y recordó que la ventaja y la eliminatoria seguian siendo blancas.