Sin protocolo COVID-19 se agotaron boletos de sector Alianza para final contra Águila

Las más de 2 mil entradas para el sector popular albo se terminaron en menos de dos horas. Hubo aficionados en el estadio desde el jueves por la noche.

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Los empujones entre los aficionados no faltaron. Foto EDH/ Francisco Rubio

Por Mario Reyes | Twitter: @Mariodr

2021-01-29 4:39:15

El fútbol salvadoreño volvió a ignorar las recomendaciones sanitarias contra la propagación del coronavirus, cuando personal de Edessa y la logística de Alianza F.C y de la Primera División permitiera, este viernes, que miles de aficionados desatendieran las mínimas medidas de bioseguridad durante la preventa de boletos para la final del torneo Apertura 2020 de este domingo.
Las cerca de 2,500 entradas que la Liga puso a disposición de la afición alba en el sector de sol general se agotaron en poco más de una hora, luego de que se habilitaran las taquillas del “Monumental” alrededor de las 8:45 a.m. Para ese momento, ya cientos de clientes capitalinos, además de varios revendedores del mercado negro, formaban largas filas en el parqueo del estadio, algunos de ellos incluso tras habee llegado al lugar desde antes de las 12:00 de la madrugada de este viernes.

Foto EDH/ Francisco Rubio

Todo esto, por intentar adquirir una de las localidades (máximo tres por personas) para el encuentro por el campeonato entre Alianza Fútbol Club y Club Deportivo Águila. El partido ha causado enorme expectación entre los aficionados futboleros del país por tratarse de dos de los grandes ganadores en la historia de la liga, además de llegar en excelente forma a este partido.
El primero en conseguir su pase a la final fue Erick Giovanni Hernández, de 32 años, quien llegó desde San Bartolo, Ilopango, junto a dos amigos al “Coloso de Montserrat” precisamente en las últimas horas de este jueves. Confiesa que no fue fácil asegurar ese lugar, como tampoco para otras personas.

FOTOS: Conoce a los primeros aficionados de Alianza quienes compraron su boleto para la final

“Vinimos antes de las 12 (am) y nos quedamos en el portón del estadio (oeste). Nos turnábamos para dormir. Abrieron el portón antes de las 5:00 a.m. y pegamos una gran carrera para llegar primero a las taquillas. Hasta se cayó una señora…”, relata.
Cuando habilitaron las taquillas, asegura Erick, comenzaron entonces los empujones y las grescas para no perder cada quien su lugar en la cola. En otras secciones más retrasadas de la fila, hubo dos clientes que se fueron a los golpes por un puesto, aunque curiosamente ambos se retiraron de ahí cuando se asomaron agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).

Desorden
Oficiales de la Unidad para el Mantenimiento del Orden (UMO) de la PNC, quienes también estuvieron desde muy temprano en el estadio, tuvieron que intervenir cuando, alrededor de las 10:15 a.m., el personal de taquillas agotó la venta de entradas en sol general y esto provocó que clientes y revendedores que se quedaron sin entrada corrieran hasta la ventanilla del sector sol preferente norte, causando aglomeración y tumulto.

Para evitar disturbios pidieron a los aficionados que se formaran uno por uno. Foto EDH/ Francisco Rubio

VIDEO Y FOTOS: Caos en las afueras del Estadio Cuscatlán tras agotarse boletos de Sol General de Alianza

Probablemente, algunas personas no consideraron la reducción de boletos que ordenó poner a disposición la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) para este partido. Inicialmente, estaban en venta 14,620 boletos entre ambos equipos y para todas las localidades del estadio Cuscatlán, pero este jueves la cifra se redujo a 13,450, luego de un señalamiento en conjunto del Instituto Nacional de los Deportes (Indes) y del Ministerio de Salud porque supuestamente la primera cantidad incumplía el máximo del aforo recomendado para partidos de fútbol para la actual pandemia.

Las mascarillas fueron lo único que utilizaron los aficionados para evitar un posible contagio de covid-19. Hubo cero distanciamiento entre los compradores, algo con lo que también tuvieron que lidiar los policías y el personal de las taquillas mientras hacían su trabajo. Conforme pasaron los minutos, la situación en esa zona se fue estabilizando, mientras que el mercado negro de entradas ya comenzaba a operar en el recinto.